viernes, 15 de mayo de 2015

Carta de presentación

Pablo compartiría con los corintos las dificultades y privaciones que pasarían, a causa de la obediencia de predicar la Salvación en Jesús, pero también es cierto que éstas se presentarían en su vida libremente.
En 2 Corintios 6:3-6 (NTV) dijo: “Vivimos de tal manera que nadie tropezará a causa de nosotros, y nadie encontrará ninguna falta en nuestro ministerio. En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades, privaciones y calamidades de toda índole. Fuimos golpeados, encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre. Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y por nuestro amor sincero.“
Sin ninguna duda, lo que somos y lo que hemos creído lo demostramos con nuestros actos, con la manera de reaccionar ante las dificultades que se nos presentan; nuestro interior siempre refleja lo exterior.
¿Qué vida llevó Pablo para afirmar que no encontrarían ninguna falta en su ministerio? ¿Cómo soportó los golpes, el encarcelamiento, el cansancio y el hambre? Se veía así porque tenía una vida entregada totalmente al Espíritu Santo, y estaba comprometido con Dios.
Por eso es importante invertir tiempo con Dios, porque en su presencia nuestras vidas serán transformadas, tanto que podremos soportar las tempestades con una esperanza firme en la fidelidad de Dios.
Desarrollemos lo que Pablo logró para tener un vida próspera no solo aquí sino también para la eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario