sábado, 9 de mayo de 2015

Buscando la eterna juventud

Conseguir la inmortalidad y la eterna juventudsiempre han sido unas de las mayores pretensiones del ser humano.
La historia universal habla de alquimistas e investigadores que con este propósito,  pasaban mucho tiempo en sus laboratorios entre cientos de pócimas, fórmulas, notas,   recetas....
De igual forma, habla sobre ermitaños que aceleraban su propia muerte, convencidos de que sus cuerpos momificados permanecerían en un estado de sueño, esperando ser despertados cientos o miles de años después, cuando la humanidad supuestamente, necesitara de sus conocimientos.
En el plano de la medicina, no faltan quienes recomendaban las transfusiones de sangre de una persona más joven y sana a otra enferma y mayor, considerando que quien recibiera esa sangre, recibiría a través de ella, lozanía y juventud.
El mercurio fue también uno de los elementos que a lo largo de los siglos, se lo buscó con estos fines. Sin embargo, múltiples personajes enloquecieron y hasta murieron por manipular o ingerir ese elemento.  En fin....
Querid@ amig@: 
Nuestro corazón, cargado de vanidad y soberbia, nos puede llevar a considerarnos una especie de dioses o semidioses apropiados de poder, sabiduría y eternidad. Por ello, tiempo atrás, nos vanagloriamos tanto de nuestro intelecto, fama y reconocimiento humano, que no dábamos espacio a Dios en nuestra vida y planes; es más, hasta negábamos su existencia.
Reconozcamos, pues, a Dios como nuestro Creador, y démosle por siempre el honor y la honra que le corresponde.
¡AY DEL QUE CONTIENDE CON SU HACEDOR! ¡AY DEL QUE NO ES MÁS QUE UN TIESTO ENTRE LOS TIESTOS DE LA TIERRA! ¿ACASO EL BARRO LE RECLAMA AL ALFARERO: ¡FÍJATE EN LO QUE HACES! ¿TU VASIJA NO TIENE AGARRADERAS? (Isaías 45:9)

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