Siglos atrás, el dominio español era muy poderoso en toda Europa. El rey de Holanda, bajo el dominio español, era un cruel tirano. En su país, puso como gobernador a un hombre que se jactaba de haber matado a miles de súbditos, hasta que hubo una sublevación contra el dominio español, al mando de su héroe nacional Guillermo de Orange.
La reacción española fue más dura y sanguinaria, muchos pueblos fueron arrasados. Los habitantes de Rotterdam esperaban el ataque español en cualquier momento, hasta que una alarma se sintió en toda la ciudad, “¡los españoles han llegado, la flota está anclada en el río!”. Al rato, un emisario español llegó con un mensaje del jefe de la flota, que pedía permiso para atravesar la ciudad, porque necesitaban juntarse con su ejército, y que no les harían ningún daño. Al tener conocimiento del hecho, muchos decían que era una trampa, y otros que de todos modos, los españoles entrarían en la ciudad, y si se negaban, provocarían la ira del Almirante de la flota y atacaría, por lo que optaron por autorizar el ingreso de los españoles.
Un ciudadano rico que vivía frente a la plaza principal, seguro de que era una trampa, decidió convertir su gran casa en refugio. Junto a su esposa, rompió todos los cristales, sacaron todos los muebles al patio, y la hicieron parecer una casa abandonada. Al entrar la tropa, calle a calle fueron asesinando a los que encontraron, y al llegar a la presunta casa abandonada, se percataron de que por debajo de la puerta salía sangre hacia los escalones de la entrada. “Al parecer nuestros compañeros ya pasaron por aquí”,... y se retiraron. En el interior, se cree que había más de mil personas; ¿la sangre?, el dueño de la casa había degollado un cabrito dejando que se desangrara, salvando así la vida de todos.
Sangre En La Puerta De Entrada
Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Éxodo 12:13,
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1a de Juan 1:7.
En el plan de Dios Padre, la sangre es fundamental. Lo fue para Israel cuando quería liberarse de la esclavitud egipcia, y lo es también para liberarse de la esclavitud del pecado. Los habitantes de Rotterdam, al menos una parte, se salvaron de morir cuando los soldados vieron la sangre escurrir y pasaron de largo. La historia bíblica dice que los israelitas se salvaron de morir gracias a la sangre en las puertas. Así mismo, todos aquellos que creen en Jesús, Aquél que derramó su Sangre en la cruz, quedan absolutamente y para siempre, liberados de la muerte. A causa del pecado, el hombre y la mujer no pueden acercarse a Dios debido a su santidad, pero si se presentan ante Él cubiertos por la Sangre de Jesús, los puede ver y aceptar.
En el plan de Dios Padre, la sangre es fundamental. Lo fue para Israel cuando quería liberarse de la esclavitud egipcia, y lo es también para liberarse de la esclavitud del pecado. Los habitantes de Rotterdam, al menos una parte, se salvaron de morir cuando los soldados vieron la sangre escurrir y pasaron de largo. La historia bíblica dice que los israelitas se salvaron de morir gracias a la sangre en las puertas. Así mismo, todos aquellos que creen en Jesús, Aquél que derramó su Sangre en la cruz, quedan absolutamente y para siempre, liberados de la muerte. A causa del pecado, el hombre y la mujer no pueden acercarse a Dios debido a su santidad, pero si se presentan ante Él cubiertos por la Sangre de Jesús, los puede ver y aceptar.
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