jueves, 16 de abril de 2015

Pedro no se ahogó

La mayoría conocemos la historia de Jesús caminando sobre las aguas y Pedro hundiéndose por haber dudado, pero vamos a detener la historia en un momento importante de aquel acontecimiento.
Recordemos. Los discípulos vieron a Jesús andando sobre las aguas y creyeron que era un fantasma, y Pedro, en medio de su duda, le dijo a Jesús que le ordenara que pudiera caminar hacia Él. Jesús lo hizo, y luego la parte que más conocemos... Pedro dudó y comenzó a hundirse, gritando, pidiendo ayuda para que Jesús lo salvara porque se hundía, y aquí viene el momento crucial: Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?  Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Mateo 14:31,32
Ese momento exacto en el que después de tanta duda y poca fe, Pedro se hundía, vamos a congelarlo como una escena en la que podemos ver que él se siente hundirse y seguramente, por su mente pasaba lo peor; pero Jesús estaba ahí, extendió su mano y lo sacó del agua, lo llevó a la barca y calmó el viento; solo en un instante cambió el panorama, los momentos de angustia de Pedro los transformó en calma y seguridad.
Nosotros a veces, nos solemos encontrar como Pedro. Sabemos de Dios, y las cosas que puede hacer, pero nuestras situaciones, problemas o necesidades nos hacen dudar y sentir que nos hundimos; las cosas que pasamos son tan fuertes que llegamos a sentir que nos estamos hundiendo, que no podemos controlar la situación, que los problemas van a ahogarnos, ¡pero olvidamos!, olvidamos que Dios está ahí a nuestro lado, listo para socorrernos.
¿Hasta qué punto has sentido que los problemas te van a ahogar?, ¿piensas que te hundes y necesitas urgentemente la ayuda de Dios? Primeramente, piensa que a veces es Dios quien espera que recapacitemos y que no olvidemos nunca que Él está siempre ahí, para que reaccionemos con fe, a todas las dificultades por muy fuertes que sean.
Puede que en la historia de Pedro, solo recordemos o pensemos cómo se hundía por dudar, pero es muy importante y bueno recordar lo otro que también sucedió en aquel momento. Dios le mostró que no lo había dejado solo y lo apartó del peligro de ahogarse, le extendió su mano y lo aseguró en la barca; quizás otra persona lo hubiera dejado hundir por dudar y ofenderlo al tener tan bajo nivel de fe, pero el corazón de Dios está lleno de misericordia y amor.
Pedro sintió temor, angustia y desesperación al verse ahí en medio del mar, sintiendo como se hundía por su falta de fe, algo muy parecido a cuando nos encontramos en problemas. Pero Jesús estaba ahí, con todo bajo Su control, esperando solo que creyera, como lo hace siempre con nosotros. Recuerda solo que Pedro sintió hundirse y que, a pesar de sus dudas, no se ahogó.

Dios no nos pone pruebas que no podamos soportar, solo hace con cada una que crezca nuestra fe, nuestra relación con Él. Si tú sientes que te hundes en el mar de tus problemas, recuerda solo que tienes que creer, que Dios está a tu lado y no va a dejar que te hundas. Aunque tu fe está siendo desafiada y los tiempos a veces son duros, Él está ahí, observándote, presto para socorrerte y llevarte a la barca mientras calma el viento que te azota. Solamente ten fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario