Hay “misterios” bíblicos que nunca podremos entender completamente. Éste es uno de esos misterios en esta serie. Lo encontramos en el versículo 23, del capítulo uno de Mateo que dice:
¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”.
¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”.
Antes de tratar el misterio, regresemos en el tiempo. En la época en que Isaías fue profeta, el pueblo recibió este anuncio por primera vez (Isaías 7:14). Hasta ese momento los israelitas conocían a un Dios que les identificaba como suyos; sin embargo, para relacionarse con Él tenían que ir a través de una persona, el sacerdote de turno. Dios les hablaba por medio de los profetas. Por decirlo de alguna manera, no era una relación estrictamente personal. Pero Dios les estaba diciendo que eso terminaría un día, el tiempo en el que Dios parecía distante llegaría a su fin… conocerían al Dios Emanuel.
Posiblemente, si te detienes a pensar en esto te deje sin palabras… y por eso se lo puede considerar un misterio. Dios dejó todo para convertirse en “Dios con nosotros”. Mateo está destacando que el nacimiento de aquel niño no era un suceso común y corriente. Se asegura de que sus lectores comprendan que éste es el cumplimiento de una profecía, y además, que no se trata de un ser humano más que nació, se trata de Dios manifestándose entre los seres humanos. Ahora será posible tener una relación directa, personal. ¡Es grandioso e... incomprensible!
Sin embargo, muchas veces, tú y yo vivimos igual que vivían los israelitas en los tiempos de Isaías. Vemos a Dios como una figura distante, y nos olvidamos de que Él “está con nosotros”. Demasiado a menudo, nuestra vida pareciera gritar “estoy solo”, “no le importo a nadie”… ¡ignoramos por completo que la primera Navidad puso fin a todo a eso! Ahora vivimos en la era de “Dios con nosotros”.
¡Jamás estaremos solos en este planeta! El mismo Jesús, Emanuel, lo dijo: “Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos” (Mateo 28:20). Interesantes estas palabras que están en el último capítulo del evangelio de Mateo. En el primero, este apóstol nos presenta a Jesús Emanuel, Dios con nosotros. Y termina su evangelio con la misma idea: Dios está con nosotros… siempre.
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