Tener plena confianza en el Señor trae muchas bendiciones, entre ellas crecimiento espiritual, realización personal, paz e influencia.
Si mezclamos la confianza en Dios con la confianza en nosotros mismos, nuestra actitud de calma se debilitará. Pero cuando nuestra seguridad descanse en Él, y mostremos plena convicción en cuanto a sus promesas, sentiremos paz, y quienes nos rodean notarán que Dios ha inspirado nuestra confianza. Al ver ellos que tenemos éxito de forma insospechada, que crecemos espiritualmente y que demostramos paz interior, desearán tener lo que tenemos.
Desarrollamos confianza en Dios al meditar en su Palabra; al conocerle más por medio del Señor Jesús; al confesar cualquier pecado que haya en nuestra vida; y al no seguir el consejo del mundo.
¿Qué revelan sus acciones: confianza en Cristo o en usted? ¿Qué pasos dará para aumentar su fe en Él?
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