El día del Padre se celebra en muchos países en el mundo. Aunque los orígenes, las actividades y el día de observancia difieren ampliamente, todos los países comparten el hilo conductor común de honrar a los padres, por su papel como las personas a cargo de la crianza de sus hijos.
Para el día del Padre de este año, he decidido que en vez de esperar a recibir una tarjeta o una llamada telefónica de mis hijos, voy a enviarles palabras de aprecio a ellos y a mi esposa. Después de todo, sin ellos no hubiera sido papá.
Pablo instruyó a los padres a ser una parte positiva del desarrollo de sus hijos más que una fuente de ira y desaliento. Escribió. "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor" (Efesios 6:4). "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten (Colosenses 3:21). Estos dos versículos están incrustados en pasajes que tratan acerca de amarse y honrarse unos a otros en las relaciones familiares.
A medida que los hijos crecen, el papel de un padre cambia pero no acaba. La alabanza y el aliento son siempre extendidos, ya sea que el hijo tenga cuatro o cuarenta años de edad. La oración dispensada a ellos siempre es poderosa. Y nunca es demasiado pronto para restaurar una relación rota con algún hijo o hija.
Padres, ahora es un buen momento para decirles a vuestros hijos cuánto los amáis y los apreciáis.
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