Mientras que la salvación por fe es el punto más crucial, al comparar el catolicismo romano con la Palabra de Dios vemos que existen también, más diferencias y contradicciones. La Iglesia Católica Romana enseña muchas doctrinas que están en desacuerdo con lo que la Biblia declara. Esto incluye la sucesión apostólica, la adoración a los santos o a María, la oración a los santos o a María, al Papa / el papado, el bautismo de infantes, la transubstanciación, indulgencias plenarias, el sistema sacramental, y el purgatorio. A pesar de afirmar los católicos la base bíblica de estos conceptos, ninguna de estas enseñanzas tiene alguna base sólida en la clara enseñanza de la Escritura. Estos conceptos están basados en la tradición católica, no en la Palabra de Dios. De hecho, claramente contradicen los principios bíblicos.
Con referencia a la pregunta “¿Son salvos los católicos?”, esta es más difícil de responder. Es imposible hacer una declaración universal sobre la salvación de todos los miembros de cualquier denominación cristiana. No TODOS los bautistas son salvos. No TODOS los presbiterianos son salvos. No TODOS los luteranos son salvos. La salvación es determinada por la fe personal solamente en Jesús para salvación, no por los títulos o identificación denominativa.
A pesar de las creencias anti-bíblicas y las prácticas de la Iglesia Católica Romana, hay verdaderos creyentes que asisten a las iglesias católicas. Hay muchos católicos romanos que genuinamente, han depositado su fe solamente en Jesucristo para salvación. Sin embargo, estos cristianos católicos son creyentes a pesar de lo que la Iglesia Católica enseña, no por lo que enseña. Hasta cierto punto, la Iglesia Católica enseña acerca de la Biblia y señala a la gente, a Jesucristo como el Salvador. Como resultado, algunas veces la gente es salvada siendo católica. De hecho, la Biblia tiene un impacto en donde quiera que es proclamada (Isaías 55:11).
Pero los cristianos católicos permanecen en la Iglesia Católica por la ignorancia de lo que la Iglesia Católica es realmente, por tradición familiar y presión, o por el deseo ¿? de alcanzar a otros para Cristo.
Al mismo tiempo, la Iglesia Católica también aleja a mucha gente de la fe genuina y relación con Cristo. Las creencias y prácticas no bíblicas de la Iglesia Católica Romana, con frecuencia les han dado a los enemigos de Cristo, la oportunidad para blasfemar. La Iglesia Católica Romana no es la iglesia que estableció Jesucristo. No es la iglesia que está basada en las enseñanzas de los apóstoles (como se describe en el Libro de Los Hechos y en las epístolas del Nuevo Testamento). A pesar de que las palabras de Jesús en Marcos 7:9 fueron dirigidas a los fariseos, ellas también describen con exactitud a la Iglesia Católica Romana, “Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.”
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