sábado, 14 de febrero de 2015

Conseguir un nuevo corazón

26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Inline image 127 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
29 Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre.
30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones.
31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones. Ezequiel 36:26-31 
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros… —Ezequiel 36:26
Un conocido cardiólogo, especializado en trasplantes de corazón, valora Ezequiel 36:26 como pocos podemos hacerlo. Miguel está a cargo de los cuidados pre y postoperatorios de pacientes trasplantados de corazón. A menudo, está en el quirófano cuando los cirujanos extirpan los corazones enfermos y descoloridos, y los reemplazan por otros nuevos, rosados y vibrantes que fueron donados. Miguel explica que el proceso para seleccionar quién recibe un nuevo corazón físico, es similar al que se aplica para quienes pueden obtener un "corazón nuevo" de parte de Dios (Ezequiel 36:26). En ambos casos, el único criterio que se tiene en cuenta es la necesidad.
El pasaje en el que Ezequiel menciona que el pueblo de Israel tendrá un día un corazón nuevo, es un anticipo del cambio que se produce en la salvación. Efesios 4:24 y 2 Corintios 5:17 lo denominan un "nuevo hombre" y una "nueva criatura". Para los israelitas de la época de Ezequiel y para los que vivimos hoy, solo debe cumplirse un requisito para que recibamos un "trasplante": debemos necesitarlo. No importa si se es rico o pobre, respetado o despreciado. También la ciudadanía, el estatus social y la etnia son intrascendentes. Si necesitamos que Dios nos dé un corazón nuevo, podemos obtenerlo por medio de la fe en la muerte y la resurrección de Cristo.
¿Qué indica la necesidad? Al ser pecadores, todos necesitamos un corazón nuevo. ¿Has tenido un trasplante de corazón espiritual?

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