jueves, 1 de enero de 2015

Vivir En La Paz de Dios

“EL SEÑOR GUARDARÁ TU SALIDA Y TU ENTRADA…” (Salmo 121:8)

Durante una tormenta y después de un relámpago realmente reluciente, una madre se despierta y se apresura a ir al cuarto de su hijo pensando que estaría aterrorizado. Para su sorpresa, lo encuentra delante de la ventana. “Estaba mirando fuera”, dijo, “y nunca adivinarás lo que pasó. ¡El Señor tomó una foto de mí!” Este niño pequeño estaba convencido, como deberíamos estarlo nosotros, de que Dios estaba obrando y por tanto, su mundo era un lugar muy seguro para vivir en él. Pregúntate pues:
¿Cómo sería mi vida si viviera con la profunda convicción de que, debido al carácter y el cuidado inalterables del Señor, este mundo es un lugar totalmente seguro para vivir en él? Entonces tu nivel de ansiedad bajaría. Tendrías la certeza de que tu vida está en las manos de Dios, y no estarías atormentado por tu propia incompetencia. También serías una persona relajada. Puede que fueras muy activo, pero tendrías una gran calma interior y un profundo equilibrio exterior, y no dirías muchas de las cosas irracionales que dices ahora por hablar sin pensar. Es más, confiarías en el Señor lo suficiente para obedecerlo sin dilación ni preocupación alguna, incluso arriesgándote. La preocupación nos hace depender de nosotros mismos. También nos priva de tener gozo y energía. Pero una persona en la que gobierna la paz de Cristo, sería como un oasis de cordura en un mundo de caos total.
"¿Pero es posible que yo pueda vivir así?”. Oye: “El Señor te guardará de todo mal, Él guardará tu alma. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmo 121:7-8). ¿Qué más necesitas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario