miércoles, 21 de enero de 2015

Sirve con amor

¨Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.¨
Colosenses 3:23-24 (Nueva Versión Internacional).
servir a DiosA medida que pasa el tiempo vamos creando hábitos en nuestras vidas, como hacer deporte, comer saludablemente, orar, leer la palabra, ayunar, servirle a Dios etc. Pero llega un momento en que hacemos las cosas mecánicamente porque no es el momento, por obligación o  simplemente, por costumbre.
Entonces perdemos la verdadera esencia, olvidamos el verdadero motivo por el que hacemos las cosas. Nos aburrimos de hacer siempre lo mismo, somos como unos robots; llegamos a la iglesia, nos sentamos en el lugar de siempre, servimos a Dios, y regresamos a nuestro hogar encontrándonos con los mismos problemas, y no hacemos nada por solucionarlos. Lo que se convierte en un círculo vicioso.
Una persona que se sienta así, es porque ha dejado su auténtica pasión; lo más seguro es que ya no tenga la misma relación íntima con Dios, se ha apartado de su presencia y ha puesto otros intereses en primer lugar.
Porque cuando tú estas en constante comunión con el Espíritu Santo, Él cada día te renueva, y te revela grandes cosas con las cuales tú puedas servir e impartir el evangelio a las demás personas. Te dará ideas para llevarlas a cabo en el ministerio que estés, verás siempre una oportunidad en cada situación y no tendrás por qué aburrirte de hacer lo mismo.
Cuando  amas, no te aburrirás de tu deber, cuando tienes pasión, hallarás la manera de hacer las cosas cada día mejor, dando lo mejor de ti. Y más si de Dios se trata.
Es un privilegio servirle al señor, es una de las mejores experiencias, pues Dios tiene misericordia de nosotros y nos coloca en lugares privilegiados. Lugares que debemos aprovechar al máximo, no por apariencias ni orgullo, sino porque sentimos que somos más responsables. De esta forma, tendemos a hacer lo mejor, algo relevante y diferente que marque un antes y un después, que impacte la vida de las demás personas por medio de nuestro testimonio y de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.

Así que no te quedes ahí sentado viendo como pasa la vida. Encuéntrate con Dios para que renueve tus pensamientos, será un placer y un deleite servirle.


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