Durante el trayecto, Liz, la protagonista, se va encontrando con ella misma y también con Dios. En una de las escenas, estando en Italia, conversa con un grupo de amigos y comienzan a deliberar sobre cuál es la palabra que los identifica, de acuerdo a las distintas nacionalidades de quienes comparten la mesa. Algunos de ellos dicen que es “conformismo”, otros “rigidez”, y cuando le preguntan a la protagonista, no logra decir una palabra específica que la identifique, sino "actividades" o un “rol especial” (ex exposa, hija, escritora); una de las mujeres, sentada con ella junto a la mesa, le dice “Quizá seas una mujer en busca de tu palabra”.
Si te preguntaran ahora cuál es tu palabra ¿qué dirías?, ¿la tendrías?, ¿dirías un rol o una actividad y te costaría dar con ella?, ¿o tendrías clara cuál es? Saber cuál es tu palabra es mucho más profundo de lo que parece, saberla es indicativo, primero, de que te conoces bien a ti mismo y segundo, de que esa palabra es la que te dirige y orienta en lo que haces. Es como si fuera tu timón, tu brújula y la que dirige tus pasos.
Veámoslo así, si tu palabra es “decepción”, todo lo que vivas, tu biografía completa tratará de enmarcarse de acuerdo a esta palabra. Pero si tu palabra es “optimismo”, te sentirás capaz de sobreponerte a cualquier situación y de ver lo positivo de lo que te ocurre, porque sabrás que te ayuda para bien y aporta a la construcción de tu biografía personal. Si lo piensas, todo está en la palabra que te identifique.
En la escena final de la película, después de un año de viaje de la protagonista, Liz descubre que su palabra es “attraversiamo”, que en español quiere decir “crucemos”, haciendo alusión a ser capaz de atreverse a dar el siguiente paso. Esta palabra orientará su vida, las decisiones que tome y todo lo que formará parte de su futuro.
Ya en el mundo real, verás que el poder de esta palabra abre un mundo de posibilidades para aquel personaje,... y para todos.
Y en tu caso ¿cuál es tu palabra? Es muy posible que nunca te lo hayas preguntado. Piensa, reflexiona y aférrate a esa palabra que se transformará en TU palabra, la que a ti te animará, alentará y te retará a cumplir tus sueños y metas.
Cualquier persona distinguida por algo, tuvo una gran palabra e hizo cosas extraordinarias a través de ella. El mundo lo ha conocido por eso y esa palabra siempre fue la que guiaría TODO lo que hizo y TODO lo que dio a los demás. Esta palabra es AMOR y es la preferida de Dios. Es SU palabra, es SU naturaleza, es lo que orienta TODO, ABSOLUTAMENTE TODO lo que hace. No es la palabra poderoso, ni omnisciente, ni castigador…es la palabra AMOR la que Él definió como la que siempre lo identificaría y que se reflejaría en su quehacer diario y perpetuo.
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