Cómo recuerdo aquellos momentos en los que una simple peonza, un nuevo juego de canicas, nuestro nuevo balón o cualquiera de aquellos sencillos juguetes que nos hacían tan felices. Se nos pasaban las horas sin apenas darnos cuenta, sin apenas dejarnos tiempo para aquellos deberes que luego siempre nos costaban las regañinas de nuestros padres.
Pero que más daba, éramos felices con tan poco, con tan simples objetos,... pero poco a poco, la vida nos ha ido cambiando sin darnos ni cuenta; lo que para nosotros antes no tenia preocupación ahora es el día a día, ahora debemos preocuparnos por nuestro trabajo y por no faltar a ninguno de nuestros pagos y sin percatarnos, ahora somos nosotros los que les pedimos a esos niños que hagan sus tareas. Qué ironía, pero así es la vida aunque sé que recordando esos momentos... ¿cuántos de nosotros no desearíamos regresar a revivirlos? Yo por lo menos sí, aunque fuera solo por un breve espacio de tiempo; recordar aquellos simples pero tan bonitos recuerdos sería...
Ahora disfrutamos de tener nuestro coche, salir hasta cuando queremos,... pero cuántos de nosotros desearíamos volver a aquellos bellos años en los que alegremente, disfrutamos con lo mas mínimo.
Nunca dejemos, por mucho que crezcamos, de sacar ese niño que todos llevamos dentro.
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