“Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.“
Salmos 118:24 (Nueva Versión Internacional).
En una ocasión me encontraba “cabizbajo”, desanimado, apático...En eso comencé a imaginar que dialogaba con el SEÑOR, quien me hizo saber que el problema estaba en mi interior.
-Te he hecho libre para vivir, regocíjate que ya ha acabado tu búsqueda. Qué puede ser eso que ansías si ya lo tienes. Mira donde estás hoy y todo lo que has recibido. Me has visto en el sol y aún dudas. Vive cada día como una aventura y entrégame todos tus afanes. Te lo digo de nuevo, ¡no busques más, que ya estás donde perteneces. Déjate de nuevo caer en mis manos, que mis sueños son más grandes que los tuyos. Haré cosas grandes contigo, si así lo quieres. Recuerda mis favores cuando me has dejado actuar, ¿te he fallado? Te lo digo de nuevo, ¡confía en mí! ¿Por qué quieres saber cómo voy a hacer las cosas? Te basta con saber que no te fallaré. Hijo mío, ¿no recuerdas de dónde te he salvado? Quiero que disfrutes este tiempo, quiero que vuelvas a ver todo lo que hice para llamar tu atención. Dame gozo y mira todo lo que he creado para ti. Ya lo sabes, me gozo cuando te maravillas con mi creación.
¿Acaso tendré que traer de nuevo a los dinosaurios para llamar tu atención? Mantén tu corazón igual que aquel día en el que te salvé. ¿Recuerdas cómo estabas de agradecido por tu nuevo comienzo?
Te digo algo, en Mí cada día es un nuevo comienzo. ¿Recuerdas cómo latió tu corazón y querías ayudar a tus hermanos? Hoy te digo esto, sigue siendo de ayuda para tus hermanos y tu corazón aumentará sus latidos.
¿Recuerdas cómo ansiaba tu corazón pedir perdón a todo el que lastimaste? Hoy te digo una verdad, practica el perdón y mantendrás pura tu alma.
Hoy te digo hijo mio, que disfrutes todo cuanto te doy, que ese es mi gozo. Gózate en lo que cada día recibes del SEÑOR. Con el conocimiento de cada mañana que te levantas, estás recibiendo un nuevo regalo de Dios. ¿Qué puede ser aquello que anheles que se compare con Cristo? Vive cada día como una aventura y aumenta tu alegría.
Hoy te digo hijo mio, que disfrutes todo cuanto te doy, que ese es mi gozo. Gózate en lo que cada día recibes del SEÑOR. Con el conocimiento de cada mañana que te levantas, estás recibiendo un nuevo regalo de Dios. ¿Qué puede ser aquello que anheles que se compare con Cristo? Vive cada día como una aventura y aumenta tu alegría.
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