domingo, 11 de enero de 2015

Cómo Experimentar La Alegría que Jesús Nos Prometió

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, (Gálatas 5:22)

Pensando en nuestro propio bienestar, muchos nos tomamos las cosas demasiado en serio. Nos ponemos tensos por cualquier cosa: por llegar cinco minutos tarde, por quedar atrapados en un atasco, por esperar en una cola, por una mirada agresiva, por una comida quemada, por engordar un kilo, por descubrir una arruga, por cometer un error sin querer, en fin, perdemos la perspectiva debida en cualquier momento… El problema es que las ideas preconcebidas que tenemos son irreales (y contrarias a las Escrituras)Dios no dijo que nos libraría de los problemas, sino que nos ayudaría a superarlos para hacernos más fuertes. 
Si quieres experimentar la alegría que Jesús nos prometió, haz estas dos cosas:
(1) Admite que estar tenso es fundamentalmente debido a tu forma de enfocar la vida.
(2) Comprende que tus expectativas son las causantes de tus frustraciones.
Si sigues esperando que las cosas deberían ser de la manera que te gustaría que fueran, siempre te sentirás molesto. Intenta enfrentarte a cada día sin todas esas ideas preconcebidas. Por ejemplo, no exijas que todo el mundo sea amable contigo, y cuando alguien lo sea, estarás muy contento. No esperes que hoy no vayas a tener problemas sino que cuando lleguen, di: “Señor, te agradezco la oportunidad que me das para crecer en gracia”. Verás como las cosas mejoran. En vez de luchar contra la vida, ¡”fluirás” con ella! Y al poco tiempo, si trabajas, podrás disfrutarla mucho más; por otra parte, ¡los que te rodean se encontrarán mucho más a gusto contigo! Por este motivo, Pablo escribió: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:16-18).

No hay comentarios:

Publicar un comentario