Dios siempre buscó entre las multitudes un corazón dispuesto; no buscó alguien con títulos y reconocimientos o con un currículum grande y sorprendente. Lamentablemente, muchas veces nos subestimamos creyendo que, por algún fracaso o por alguna caída, no somos capaces de hacer grandes cosas, olvidando que fuimos creados para un propósito.
Otro ejemplo es el de Noé. Nos dice la Biblia que todo el mundo estaba corrompido, pero Dios buscó, entre mucha gente y pueblos, a alguien que procurara con su corazón agradarlo, y ese hombre era Noé. Una vez hallado, Dios dispuso acabar con todo ser viviente menos con ese varón y su familia pues también halló gracia en él. ” Y Jehová dijo a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.” Génesis 7:1
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9
Él puede y quiere hacer grandes cosas a través de ti, pero necesita que creas en Él y también en ti. Ese es el único requisito para ser una persona que marque historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario