martes, 23 de diciembre de 2014

¿Qué significa realmente El Término Fe?

Mucho hablamos en la actualidad sobre la fe. Hay campañas al respecto pero en realidad… ¿sabemos perfecta y personalmente lo que significa?, ¿lo hemos experimentado en nuestra existencia?
Tiempo atrás realicé un estudio sobre el particular, pero no fue algo literario. En realidad, surgió de mí por razones personales. El Señor me llevó a analizar personal y muy especialmente, el significado del término Fe. Ante una desgracia personal muy dolorosa, experimenté una confianza total en el obrar de Dios y fue así, porque no me quedaba otra; si comenzaba a buscar una salida solo por mis propios medios o basada en mis conocimientos racionales, los resultados hubieran sido realmente catastróficos.
Ante la desgracia que se abatía sobre mí, hice mío el Salmo 34. 1-5
“…Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán. Mi alma se gloría, ella ensalza, enaltece al Señor; lo oirán los humildes y se alegrarán.
Engrandezcan al Señor conmigo, exaltemos juntos su nombre. Busqué al Señor y Él me respondió, y me libró de todos mis temores. Radiantes están los que a Dios acuden; jamás su rostro se cubrirá de vergüenza…”
Fueron palabras que declaré con todo el dolor de una madre al ver que mi hijo, debido a un accidente automovilístico grave, con toda una vida por delante, no podría caminar normalmente, que en esas condiciones su futuro sería poco digno, y que todos sus sueños se truncaban. Pero a su vez, esa madre, yo, sabía que solo en Dios estaba la salida, que llegaría a esa situación gloriosa solo si El Espíritu Santo tomaba el control total, y dejó que Él la guiara. Tomar esa decisión permitió que todas las puertas que el hombre cerraba a base de postergaciones, El Señor las abrió, y sabía que nadie jamás las cerraría de nuevo, porque eso es lo que Su Palabra declara; le creí de forma literal, cual inocente niño.
En menos de dos horas el problema estaba solucionado, nadie lo podía entender. Tanto los médicos como el personal del hospital estaban asombrados por lo sucedido, y cuando preguntaban, era el momento adecuado de testificar y declarar el gran amor de Dios para con nosotros:
"La fe es una creencia sin la necesidad de que esté confirmada por la experiencia o razón, es darle crédito a algo o a la palabra dada por alguien, que nos beneficiará. Es creer plenamente en las promesas solemnes de Dios asegurando de antemano, que así será porque Él lo ha dicho".
El Salmista continúa narrando en el verso 3 en adelante: “Engrandezcan al Señor conmigo; exaltemos a una su Nombre. Busqué al Señor, y él me respondió, me libró de todos mis temores…” Verso 5: “Radiantes están los que a él acuden; jamás sus rostros se cubren de vergüenza.”
Es un testimonio vivo de la fidelidad de Dios para con nosotros. ¡No duden cuando pidan! Prueben y vean que El Señor es bueno; dichosos son los que en Dios se refugian…”

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