Para los principiantes, es importante que tengan en consideración que la Biblia no es un libro corriente que se lea tranquilamente, de pasta a pasta. En realidad, es una biblioteca o una colección de libros escritos por diferentes autores en muchos lugares, en un período aproximado de dos mil años. Martín Lutero dijo que la Biblia es la “cuna de Cristo” porque toda la historia y la profecía bíblica apuntan a Jesucristo.
Por lo tanto, cualquier nuevo lector de la Biblia debería comenzar con los Evangelios, con su historia. El libro de Marcos es conciso y corto, siendo bueno para comenzar. Después, tal vez se deba proseguir con el Evangelio de Juan, el cual se enfoca en las cosas que Jesús declaró acerca de Él Mismo. Marcos nos cuenta acerca de lo que Jesús hizo, mientras que Juan nos dice lo que Jesús dijo. En Juan se encuentran algunos de los pasajes más claros y sencillos, tales como Juan 3:16, y también algunos de los más profundos y difíciles. Leer los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), te familiarizará con la vida y el ministerio de Cristo.
Después de esto, puedes leer algunas de las Epístolas (Romanos, Efesios, Filipenses...). En ellas se nos enseña cómo vivir nuestras vidas de forma que honren a Dios. Cuando comiences a leer el Antiguo Testamento, lee primero el libro de Génesis. Nos relata la manera como Dios creó el mundo y nos habla de la caída de la raza humana en el pecado, así como el impacto que esto causó en el mundo. Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, pueden resultar difíciles de leer, porque tratan de todas las leyes por las que Dios requería que viviera el pueblo judío. Aunque no debes obviar estos libros, tal vez sea mejor dejarlos para un estudio posterior. En cualquier caso, trata de no sumergirte mucho en ellos. Lee desde Josué hasta Crónicas para tener un buen conocimiento de la historia de Israel. El leer desde Salmos hasta los Cantares de Salomón, te dará una buena idea de la poesía y sabiduría hebreas. Los libros proféticos, desde Isaías hasta Malaquías, pueden resultar difíciles de entender. Y recuerda, la clave para entender la Biblia es pedirle a Dios sabiduría (Santiago 1:5). Dios es el autor de la Biblia, y quiere que comprendas Su Palabra.
No obstante, debes saber que es importante que no todos pueden ser estudiantes de la Biblia, sino aquellos con las “cualidades" necesarias para estudiar la Palabra con las bendiciones de Dios:
¿Eres salvo(a) por la fe en Jesucristo (1 Corintios 2:14-16)?
¿Estás hambriento(a) de la Palabra de Dios (1 Pedro 2:2)?
¿Estás escudriñando diligentemente la Palabra de Dios (Hechos 17:11)?
Si has respondido “si” a estas tres preguntas, puedes estar seguro(a) que Dios bendecirá tus esfuerzos en conocerlo a Él y a Su Palabra, sin tener en cuenta dónde comiences y sin importar tu método de estudio. Si no estas seguro(a) de ser cristiano(a) – que has sido salvado(a) por la fe en Jesucristo y que tienes al Espíritu Santo dentro de ti – descubrirás que es imposible entender el significado de las palabras de la Escritura. Las verdades de la Biblia están escondidas a aquellos que no han depositado su fe en Cristo, pero son la vida misma para aquellos que creen (1 Corintios 2:13-14; Juan 6:63).
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