viernes, 26 de diciembre de 2014

Morir al yo

Luego llamó Jesús a sus discípulos y a la gente, y dijo: El que quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y del evangelio, la salvará. Marcos 8:34-35 
Frecuentemente, escuchamos que nos exhortan a morir a nosotros mismos y vivir una vida plena en Cristo, y hay un texto muy explicativo de lo que significa morir al yo:
“Cuando se olvidan de usted, lo dejan de lado o lo humillan, y no lo lastima ni le duele el insulto o la injusticia contra su persona, sino que da gracias en su corazón porque ha sido considerado digno de sufrir por Cristo, eso es morir a uno mismo.
moriralyoCuando hablan mal de lo bueno que usted tiene, le niegan sus deseos, ignoran sus consejos o ridiculizan sus opiniones, y usted se niega a permitir que la cólera anide en su corazón y rehúsa defenderse, aceptando la situación con una actitud de paciente bondad, eso es morir a uno mismo.
Cuando usted soporta paciente y amorosamente el desorden, las irregularidades, la impuntualidad u otras molestias similares; cuando se enfrenta al derroche, la extravagancia, la insensibilidad espiritual y todo lo sobrelleva como Cristo lo sobrellevó, eso es morir a uno mismo.
Cuando no le satisface referirse a sí mismo en las conversaciones, ni presentar una lista de sus buenas obras buscando el reconocimiento de los demás; cuando realmente se siente a gusto en el anonimato, eso es morir a uno mismo.
Cuando usted se muestra contento con cualquier comida, cualquier ofrenda, cualquier ropa, cualquier clima, cualquier compañía, cualquier soledad, o cualquier interrupción por amor a Dios, eso es morir a uno mismo.
Cuando usted ve prosperar a su hermano o ve cubiertas sus necesidades y logra honestamente, regocijarse en su espíritu por el bien que le ha tocado a otro sin sentir envidia, ni cuestionar a Dios, aun cuando sus propias necesidades parezcan ser mayores y más urgentes… eso es morir a uno mismo.
Cuando alguien con menos calificación que la suya lo reprende o corrige y usted se somete humildemente, no solamente por fuera sino también por dentro, sin que se manifieste en su corazón un espíritu de rebelión o resentimiento, eso es morir a uno mismo.”
A lo largo de estos textos, seguramente usted se identificó con alguna de estas situaciones; pero quizá también descubrió que hay otras que no está cumpliendo. Como cristianos debemos buscar menguar cada día, dejar la búsqueda de nuestro propio beneficio para que el carácter de Cristo sea exaltado en nosotros. 
En resumen, morir a nosotros mismos significa morir o renunciar totalmente a ver la vida de forma personal, pensar, decidir, o hacer lo que quisiéramos, para verla desde la perspectiva de Dios y pensar, decidir y hacer exclusivamente, lo que Él dice. Es hacer a Dios que sea el centro de nuestra vida, entregarle el control, someternos a lo que Él manda en Su Palabra. Solo así podremos ser discípulos de Jesús. 
Pablo escribió a la iglesia de Filipos (Filipenses 3:10-11): “Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de su resurrección, tomar parte en sus sufrimientos y llegar a ser como él en su muerte, con la esperanza de alcanzar la resurrección de los muertos.” Amigos, para poder disfrutar de una resurrección en Cristo debemos morir a nosotros…. "Quiero morir al yo y vivir para Cristo". 
Amado y misericordioso Padre, quiero entregarte cada área de mi vida; pero necesito de tu precioso Espíritu Santo ayudándome a morir cada día más al yo para ser un digno discípulo de mi Jesús. Dame la humildad, la tolerancia y el amor para superar cada prueba que moldeará mi carácter. Por Cristo Jesús, Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario