La maternidad es una hermosa
etapa que casi todas las mujeres pasan. Las chicas solteras suelen soñar con ser
madres algún día, y las casadas que fueron madres,
recuerdan con dulzura ese tiempo.
Sí, eres tú mujer. ¿Qué dirías
si al llegar a esta etapa, muchas personas te preguntasen si volverías al
trabajo en el tiempo que lo dejaste por cuidar a tu bebé? ¿Alguna vez lo hicieron? ¿Lo harían?
Y, si lo hacen ¿cuál sería tu reacción?, ¿tristeza, enojo o desearías que la tierra te
tragase en ese momento?... Nadie más que tú tiene las herramientas para criar a
tus hijos.
Poca gente considera la labor
de ser madre una Carrera; sin embargo, no es solamente una carrera, es una
labor impactante en todas las generaciones; no existe trabajo más difícil ni
de mayor influencia. Mira la siguiente historia:
Una amiga tuvo una incómoda conversación en la que se le preguntó, si ya había vuelto a trabajar (su bebé apenas tenía dos meses de vida). Dijo que no, que no había vuelto a trabajar pues tenía la determinación de amamantar a su bebé y éste se rehusaba a tomar biberón; luego, con una sonrisa llegó la segunda pregunta: “¿Pero, sí se plantea regresar a trabajar, no?” No pudo negarse a sí misma, que lo que más quería era alejarse de esa mujer. Se sintió apenada, enojada, y con un sentido de culpa, pensó: ¿acaso el ser madre no es un trabajo?, o ¿creía que no hacía nada durante el día? Respiró profundo y le dijo que con el tiempo regresaría, pero que pretendía que el trabajo fuera solo en dos días a la semana, ya que su responsabilidad más importante era su hijo. La conversación terminó en ese momento, pero no dejó de pensar en ella, ya que no era la primera vez que se le preguntaba si iba a regresar a trabajar; ahora, con más experiencia y seguridad, puede afirmar que el ser madre es un trabajo, y un trabajo mucho más importante del que puede hacer dentro de su oficina.
Es mucho más fácil desarrollar nuestro trabajo
que el ser madre; por lo tanto, ninguna respuesta a la pregunta "a qué se
dedican" debería decirse con más orgullo que "soy madre". Una amiga tuvo una incómoda conversación en la que se le preguntó, si ya había vuelto a trabajar (su bebé apenas tenía dos meses de vida). Dijo que no, que no había vuelto a trabajar pues tenía la determinación de amamantar a su bebé y éste se rehusaba a tomar biberón; luego, con una sonrisa llegó la segunda pregunta: “¿Pero, sí se plantea regresar a trabajar, no?” No pudo negarse a sí misma, que lo que más quería era alejarse de esa mujer. Se sintió apenada, enojada, y con un sentido de culpa, pensó: ¿acaso el ser madre no es un trabajo?, o ¿creía que no hacía nada durante el día? Respiró profundo y le dijo que con el tiempo regresaría, pero que pretendía que el trabajo fuera solo en dos días a la semana, ya que su responsabilidad más importante era su hijo. La conversación terminó en ese momento, pero no dejó de pensar en ella, ya que no era la primera vez que se le preguntaba si iba a regresar a trabajar; ahora, con más experiencia y seguridad, puede afirmar que el ser madre es un trabajo, y un trabajo mucho más importante del que puede hacer dentro de su oficina.
Algunas
intelectuales feministas ven la ciencia del hogar con rotundo desprecio,
argumentando que degrada a la mujer y que las implacables exigencias de criar a
los hijos son una forma de explotación machista. Ellas ridiculizan a las
mujeres que optan por quedarse en casa para criar a sus hijos. Pues ni es justo ni
correcto.
Quizá te has sentido muy juzgada al decidir emprender la carrera de madre en lugar de ampliar tu carrera profesional. No se trata de infravalorar
los logros que las mujeres logran en cualquier empresa o carrera, sino de
reconocer que no hay nada que sea de más beneficio que la maternidad. No hay
oficio superior, y ninguna cantidad de dinero, titulación o distinción pública
excede a las recompensas de la familia.
Puede ser que existan otras
personas que desarrollen tu trabajo, pero recuerda que nadie en el mundo criará
a tus hijos como tú lo harías.
No cabe duda que el ser madre es una carrera, y una carrera que requiere de toda tu energía, inteligencia, motivación, paciencia y determinación. Es tiempo de que las mujeres no infravaloren lo que hacen dentro de las paredes de su hogar, sino que lo expresen con orgullo y no den explicaciones ni justificaciones de su decisión de ser madres.
No te intimides por aquellas personas que tienen una carrera fuera del hogar, pues no hay ninguna carrera que requiera más de una persona como ser madre; exprésalo con orgullo y no dudes en manifestar este mensaje a otras madres.
No cabe duda que el ser madre es una carrera, y una carrera que requiere de toda tu energía, inteligencia, motivación, paciencia y determinación. Es tiempo de que las mujeres no infravaloren lo que hacen dentro de las paredes de su hogar, sino que lo expresen con orgullo y no den explicaciones ni justificaciones de su decisión de ser madres.
No te intimides por aquellas personas que tienen una carrera fuera del hogar, pues no hay ninguna carrera que requiera más de una persona como ser madre; exprésalo con orgullo y no dudes en manifestar este mensaje a otras madres.
A veces, ellas mismas degradan
lo que hacen durante el día pensando que no es suficiente o importante; pero
la labor de criar a los hijos es tan importante que la misma sociedad depende
de sus esfuerzos, lo que evidencia la suma importancia de esta labor. Tú estás
criando a futuros abogados, ingenieros, doctores, etc., con valores y
principios importantes ¡Qué gran responsabilidad!
Y nunca dejes de explicarles a tus hijos, sean
niños o niñas, la importancia de ser madre, pues este es el mensaje que se
transmitirá a las generaciones venideras.
Vuestros esfuerzos como madres son dignos de
considerarse una carrera, pues tenéis que estar mejorando y
aprendiendo continuamente. Y además, hacéis esto sin ninguna remuneración
monetaria, pero vuestro pago es mucho mayor: múltiples besos, abrazos y caricias;
ver crecer a vuestros pequeños, verlos algún día, convertirse en un buen hombre o una buena mujer, dignos de llevar vuestro legado a las siguientes
generaciones. Sin lugar a la duda, ellos os lo agradecerán mucho.
Es un gran privilegio ser madre, pero implica una gran responsabilidad: sufrir, gozar, esperar, confiar, anhelar,... es la carrera más difícil, pero con Dios todo se puede.
Es un gran privilegio ser madre, pero implica una gran responsabilidad: sufrir, gozar, esperar, confiar, anhelar,... es la carrera más difícil, pero con Dios todo se puede.
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