lunes, 29 de diciembre de 2014

En el amor no hay nada escrito, lo escribimos nosotros

Un viejo refrán muy claro explica "Caminante no hay camino se hace camino al andar". Pues en el amor es lo mismo, nada en el amor está escrito, nada de lo que nos sucederá mañana. Está claro que lo que nos pase será parte del camino que nosotros, poco a poco, nos forjamos en nuestro corazón día a día; nada de lo que nos vaya a suceder se sabe de antemano, pero está claro que buena parte de todo será consecuencia de lo que forjemos en nuestro caminar. 
¡Cómo olvidar todo, cómo olvidar lo que podemos llegar a amar, pero también cómo olvidar lo que podemos llegar a odiar a quien nos hace daño. De acuerdo, odiar no está inicialmente en nuestra naturaleza, pero no nos podemos engañar porque por muy buenos que seamos, siempre nos queda un pequeño lugar donde albergar ese rencor que aunque no llegue a ser odio, siempre estará presente en el camino de nuestra vida.
Yo reconozco que pasé por ese odio, pero gracias a Dios no me consumió y me ha permitido seguir siendo quien hoy soy, tal vez gracias a otro corazón bondadoso y cariñoso que me hizo comprender ese refrán que tanto suena, "no hay camino en el amor sino el que nosotros mismos hacemos día a día". 
Por eso espero que este camino que hoy encuentro en mi caminar, sea bonito y no lo olvide, pudiendo así, hacer ver a la persona que se cruzó en mi camino lo que la puedo llegar a amar. 
Por eso os digo: apreciad lo que tenéis ahora que lo tenéis, no lloréis luego una vez lo perdáis. No olvidéis que en el amor nada está escrito, todo lo escribimos día a día con la sangre de nuestro corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario