jueves, 9 de octubre de 2014

¡Despierta! - Ahora es el momento perfecto para despertar a lo mejor de tu vida.

Como si fuera ayer, recuerdo perfectamente, cuando mi abuela solía decirme cada mañana: “Despierta mija, es un nuevo día”. Palabras sabias, que solo entendería de verdad al crecer.
¿Por qué he de despertarme?, ¿de qué tengo que despertarme? Pues ya va siendo hora de abrir los ojos a lo grande que viene. En efecto, cada día que se nos permite vivir es una nueva oportunidad. Muchas de nuestras esperanzas son como llamas que crecen inmensas y queman todo a su paso, sin embargo el viento pasa y las apaga; otras son como fuertes árboles, pero en realidad sus raíces no son muy profundas y al cortarlos, las raíces se desprenden de la tierra. Pero quedan otras, aquellas que son extremadamente fortalecidas, que no se dejan apagar, que no se dejan arrancar, que no hay nada que las destruya; es por estas que ya debes despertar.
En cualquier momento dejamos que la falta de fe o las situaciones, hagan que los sueños se vayan a un cajón del que nos olvidamos, y terminan apagados y sin vida; pero ahora es el tiempo perfecto para despertar, para tomar las riendas de eso que anhelamos. Es tiempo de decirle a nuestra alma que abra los ojos y sueñe despierta. No hay un mejor momento que ahora, no hay un lugar más indicado que donde estás. No hay más excusas válidas, nada que pueda mantener tus sueños y esperanzas dormidos; sé como un niño pequeño que despierta un fin de semana, feliz, para jugar, que hace de su pequeño espacio, un cielo de imaginación. Ahora tú puedes convertir tu tiempo y espacio, en el terreno donde tus sueños se hagan realidad; esto no es de la noche a la mañana, pero tienes vida, manos, pies; puedes trabajar por lo que quieres, y caso de no tener lo anterior, rodéate de aquellos que pueden ser tus manos y tus pies, o incluso tu voz, pero debes estar convencido, pase lo que pase, de que puedes cumplir lo que anhelas.
Activa tu fe, levanta tu mirada, fortalece tus brazos y dile a Dios: Despierta mi alma y sé Tú mi luz y guía, tómame de la mano y llévame a la meta.
Este es tu día. Sólo tienes que creer, los sueños nadie te los puede quitar, son tuyos.
¡Despierta!

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