Juan 14:27.
Campeón mundial de rally automovilístico en 1981, Ari Vatanen fue víctima de uno de los más graves accidentes de la historia de los rallys. No pudo correr durante dieciocho meses. Hasta 1990 fue piloto en la compañía Peugeot y luego en Citroën, Subaru y Mitsubishi. Aún sigue siendo una de las figuras con más títulos y más respetadas del deporte automovilístico.
He aquí algunas de sus reflexiones:
"Lo que cuenta ante todo, no son nuestras emociones o nuestras prácticas, sino Jesús, su muerte y su resurrección.
Para mí, en el amor de Dios permanece el motivo de asombro más grande. Él nos acepta tal como somos.
Sólo Jesús es santo. Todos cometemos faltas, pero siempre podemos volvernos hacia Él y decirle: Señor, perdóname, tómame tal como soy. Y Él lo hace.
Más que mis palabras, es mi vida la que primeramente debe dar testimonio de mi fe. Si conozco la presencia de Dios en medio de las tempestades, mi testimonio tendrá peso."
En los momentos duros se aprenden las lecciones más importantes. En el primer momento uno puede ser tentado a rebelarse pero, años más tarde esto se vuelve claro y uno entiende a través de la experiencia, que Dios controla todo. Aunque no se puede explicar todo, uno comprende que todo vino a pedir de boca.
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