jueves, 18 de septiembre de 2014

¿De Dónde Vendrá Mi Socorro?

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu Guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmos 121 Reina-Valera 1960 (RVR1960). ¡Amén!
Inline image 1Nuestro socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Tu abundancia, tus necesidades, tu sanidad, tu protección, tu provisión, tu favor y tu paz, vienen del único Dios Creador del cielo y de la tierra, Jehová de los Ejércitos, ese es Su Nombre. El Creador de los cielos y de la tierra es tu Guardián y Sostenedor, Él es quien guarda tu salida y tu entrada. Él guarda tus pasos para que nunca resbales. La palabra hebrea para guardar significa preservar. Observe que la palabra "guarda" aparece seis veces en este salmo. El número seis representa al hombre, puesto que el hombre fue creado en el sexto día de la creación. En el Salmo, Dios destaca repetitivamente la palabra "guardar", para hacerle entender al hombre el cuidado que Él tiene para cada uno de nosotros aunque no lo merezcamos. Cuando seguimos leyendo el Salmo, el Señor nos enfatiza Su cuidado declarándonos que de día y de noche Él siempre estará guardándonos.
El sol y la luna representan las veinticuatro horas de protección que nos brinda Dios por Su Misericordia. Esto no quiere decir que nunca vayamos a pasar por adversidades y obstáculos en la vida, sino que en cada circunstancia y vicisitud, los hijos de Dios saldremos victoriosos porque “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su Propósito son llamados” (Romanos 8:28 Reina-Valera 1960 (RVR1960).
Dios preserva a Sus Hijos, Él siempre llega a tiempo. El Poder protector de Dios nos sostiene hasta la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, por tanto es necesario que nos mantenamos firmes y confiados en que Dios siempre está y estará guardándonos. 

"Dios te bendiga grandemente. Declaro que la protección del Señor nuestro Dios, esté siempre contigo dondequiera que tú vayas. Que tus pasos siempre estén libres de peligro y dirigidos por Dios. Hoy declaro y decreto lluvia de sanidad a tu vida. Declaro que el Señor abra puertas a tu vida, que Su provisión te rebose como nunca antes. Declaro en el nombre de Jesús, que tus hijos sean prosperados en todo lo que emprendan. Declaro y decreto en el nombre de Jesús, paz a tu hogar, y el enemigo no prevalecerá contra ti ni contra tu familia".     
Padre Celestial, Tú que vives en las alturas y moras en mi corazón. Hoy vengo ante tu presencia con acción de gracias por todo lo que Tú haces por mí, no porque lo merezca sino por tu misericordia y por tu amor. Gracias Señor, porque nunca estoy sola/o. Gracias Señor, por guardar mi entrada y mi salida. Gracias, mil gracias, porque Tú nunca me has desamparado y nunca me has dejado. Amén.


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