martes, 12 de agosto de 2014

Solidaridad - Reflexiones

La paciencia es una virtud que sobresale cuando hay paz. 
Cuando el mundo cambia y evoluciona hacia una dimensión de Amor y Solidaridad, en la que tenemos Conciencia de lo que somos y de lo que El Creador quiere de nosotros, debemos acudir a la paciencia, pues necesitamos que la Paz en el planeta sea real y efectiva.
Jesús, Maestro de nuestro camino, nos dijo "Yo Soy el que Soy", y en cada uno de nosotros hay una chispa divina que debemos atender y hacer crecer más y más para beneficio de todos. Debemos comunicarnos y aunar esfuerzos por la Paz, decir no a la violencia, a no hablar mal de nuestro prójimo, pues nuestro hermano es nuestra alegría y su pena nuestra tristeza. 
La Solidaridad es necesaria en momentos en los que la abundancia da un cambio y muchos de nuestros congéneres pasan por verdaderos momentos de miseria, pobreza y pena. Muchos son despojados de sus casas, de sus bienes y de su vida tranquila y digna... sean por las causas que sean y que la mayoría conocemos. Podemos comprender que es injusto lo que están viviendo, pues mientras unos pocos se benefician, otros muchos deben entregar lo poco que tienen. Seamos solidarios con ellos, ayudemos a que comprendan las causas y las consecuencias que éstas provocan; la ambición en algunos casos, y en otros el relajarse ante lo que pudiera venir, ha llevado a muchos, pobres de ellos, a esta situación.
Aprender a aceptar las cargas no es fácil, y sacar el mejor provecho espiritual de estas cargas materiales tampoco lo es, de hecho, ¿cuántas veces nos sentimos deprimidos y tristes porque no hemos conseguido nuestros proyectos, nuestros deseos físicos, nuestros objetivos materiales?, y también ¿cuántas más nos hemos olvidado de nuestro "cuerpo espiritual", cuántas nos hemos olvidado de vivir según las leyes de Jesús y nos hemos acomodado a las de Mammón, término bíblico de la avaricia?
Es hora de despertar, de agradecer a Dios por la vida y por el planeta que tenemos que cuidar y no destruir, es tiempo de abonar el camino en el que crecerán las semillas de nuestro futuro y el del mundo. Reflexionemos sobre cómo ayudar con efectividad al hermano o hermana que nos necesita y sigamos con alegría el camino que Jesús nos marcó. Bendiciones a todos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario