martes, 12 de agosto de 2014

El Caleidoscopio del niño

Un hombre, a causa de una guerra en la que había peleado de joven, había perdido la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló una gran habilidad y destreza con sus manos, lo que le permitió destacar como un estupendo artesano. 
Sin embargo, su trabajo no le permitía nada más que asegurarse el mínimo sustento para subsistir, por lo que la pobreza era una constante en su vida y en la de su familia.
En una Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre, con los que fantaseaba con reinos y aventuras. Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle, con sus propias manos, un hermoso caleidoscopio como alguno que él poseyó en su niñez. 
Inline image 1En secreto y por las noches, fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de trozos, pedazos de espejos, vidrios, metales, maderitas, etc. Al final de la cena de nochebuena pudo finalmente ver, a partir de la voz ilusionada del pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo. 
El niño no cabía en sí de la dicha y la emoción, que aquella increíble navidad le había traído de las manos rugosas de su padre ciego, bajo las formas de aquel maravilloso juguete que él jamás había conocido…. 
Durante los días y las noches siguientes, el niño fue a todo lugar llevando el preciado regalo, y también fue con él a sus clases en la escuela del pueblo.
En los tiempos de recreo entre clase y clase, el niño exhibió y compartió henchido de orgullo, su juguete con sus compañeros que se mostraban igual de fascinados con aquella maravilla y que pujaban por poner su ojos en aquella lente y dirigirla al sol… Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del artesano y le preguntó, con la ambiciosa intriga que solo un niño puede expresar:
-¡"Oye, qué maravilloso calidoscopio te han regalado!… ¿dónde te lo compraron?, no he visto jamás nada igual en el pueblo…"
Y el niño, orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante, desde su pequeño corazón le contestó:
-"No, no me lo compraron en ningún sitio… me lo hizo mi papá".
A lo que el otro pequeño replicó con cierta sorna y tono incrédulo: -"Tu padre?… imposible… ¡si tu padre está ciego..!"
Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y después de una pausa de pocos segundos, sonrió como solo un conocedor de verdades absolutas puede hacerlo, y le contestó:
"Si… mi papá está ciego… pero solamente de los ojos… solamente de los ojos…"
El amor solo se puede ver con el corazón… "lo esencial es invisible a los ojos".
Efesios 3:19
Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Gálatas 5:22-23
Mas el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.

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