sábado, 19 de julio de 2014

Fuerza en la debilidad

Es en los momentos más difíciles de la vida en los cuales tenemos los mejores encuentros personales con Dios. Parece ser que nuestro espíritu se sensibiliza cuando vemos que todo está en nuestra contra y es entonces, cuando somos más sensibles a la presencia de Dios y audibles a su voz.
Quizá te encuentres en un episodio de esos, en los que no sabes qué hacer, qué decisiones tomar o cómo afrontar lo que estás viviendo, sin embargo, es seguro que en medio de todo lo que puedas estar viviendo, vas a encontrarte con el Señor de una forma única.
¿Qué se necesita para sentir a Dios de una forma única?, personalmente, me he dado cuenta que lo que necesito para encontrarme con Dios de una forma especial y única, es encontrarme entre la espada y la pared, porque es en esos momentos cuando más disfruto de su presencia. Esos momentos en los que no sé que hacer y en los que lo único que siento es que necesito de Él, es cuando me siento dependiente de Él y mi corazón se humilla, mi mente se reverencia y mi espíritu se quebranta; es en esos momentos cuando más fuerte me siento.
Los momentos en los que más débiles parecemos, son los momentos en los que nos hacemos más fuertes. El Apóstol Pablo lo decía de está forma:
“pero Dios me ha contestado: Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad. Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí. Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil.” 2 Corintios 12:9-10 (TLA)
Es posible que hoy te sientas débil pero eso de una u otra forma, es una buena noticia, porque el doblar tus rodillas, el humillarte delante de Dios y reconocer tu necesidad de Él te llevará a ser más fuerte.
 eres fuerte porque tus debilidades te han hecho fuerte, porque el poder de Dios se perfecciona en esos momentos en los que sientes que ya no puedes más. En esos momentos en los que sientes que vas a dejar todo, es cuando Dios se encuentra contigo de una manera única y especial para darte la fortaleza que necesitas.
Es en esos momentos de lágrimas y de dolor, cuando nuestro espíritu se renueva porque estamos con Dios, y Éste nos regala nuevas fuerzas para enfrentarnos a lo que hace momentos, pensábamos que no podíamos afrontar.
Te invito a doblar tus rodillas delante de Dios, a reconocer tu necesidad profunda de Él, a reconocer tus debilidades, al mismo tiempo que reconoces que ya no puedes más. Cuando esto ocurre en un ambiente espiritual, Dios se manifiesta de una forma especial a tu vida, abrazándote con su presencia, ministrándose con su Santo Espíritu, fortaleciendo cada área de tu vida, renovando tu mente, ampliando tu visión con fe y diciéndote:
¡VAMOS! ¡ADELANTE! ¡DIOS TE HARÁ FUERTE EN TU DEBILIDAD! ¡DIOS ESTÁ CONTIGO!

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