domingo, 22 de junio de 2014

¿Eres efectivo o solo estás ocupado?

Si eres una persona organizada, seguro que tienes una agenda en la que se encuentra todo lo que tienes que realizar este año. Por otro lado, aunque tengas problemas de organización porque tu calendario no esté actualizado en este momento, seguramente ya tienes conciencia de cómo invertirás tu tiempo.
Cuando planificamos o pensamos en lo que va a ocupar nuestro tiempo, generalmente lo hacemos pensando sólo en nosotros, es decir, lo que me gusta hacer, lo que quiero hacer o lo que es más importante para mí, olvidando que no nos encontramos solos.
Pero, “En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo.” Eclesiastés 3:1 (TLA)
Ya tenemos claro que todo tiene su tiempo, hay tiempo para comer, divertirse, trabajar, incluso un tiempo de  esfuerzo, pero, ¿te has puesto a pensar si estás repartiendo bien tu tiempo?  Recuerda que tienes una familia, esposa e hijos, padres, hermanos que necesitan un abrazo, que necesitan un tiempo contigo para sentirse queridos  y ver en ti el amor de Dios.
Del mismo modo sucede con un amigo que está deprimido, una persona en la cárcel que no tiene quién lo visite, alguien que está en el hospital y necesita palabras de aliento, o aquel que necesita guía para conocer a Dios... y tantas personas más que necesitan que los tomes en cuenta.
“Es realmente sencillo estar ocupado, y verdaderamente difícil ser efectivo”
El tiempo es un valioso tesoro que una vez perdido no se puede recuperar, por lo tanto, has de dedicar tu mayor esfuerzo a aquello que consideres importante. Es fácil llenar tu agenda con todo lo que quieres y deseas hacer, sin embargo, deberías preguntarte ¿será efectivo eso? ¿Agrado a Dios en mi forma de administrar el tiempo?
Empieza tu día de una manera diferente, piensa primero en Dios y en tus prioridades, en las que, para empezar, estén incluidas tu familia, amigos o personas que necesitan de ti en éste momento. Esfuérzate para que tu tiempo no se enfoque solamente en estar ocupado, sino en ser efectivo, porque sólo así valdrá la pena vivirlo.
¡No estás tú solo! Piensa en los demás.


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