Un nuevo corazón

Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.

Ezequiel 36:26 (Nueva Versión Internacional)

El corazón es el lugar en el que guardamos todo tipo de sentimientos, pero cuando esos sentimientos son malos o tristes, suele endurecerse. Las experiencias que tenemos con ciertas personas o a través de ciertas situaciones, nos hacen reaccionar de muchas maneras, incluso a veces con indiferencia, pero Dios, que todo lo sabe, nos conoce a la perfección, y observa las causas y los efectos de lo que hoy vives.

Andar por ahí con el corazón lastimado, herido o endurecido, dice de una persona que, tal vez se ha cerrado a algo nuevo, negándose oportunidades a sí mismo y el privilegio de volver a comenzar; tengamos en cuenta que, todos somos propensos al dolor o a ser lastimados, pero también todos somos capaces de superarlo, si nos esforzamos.

Dios te da un nuevo corazón, si se lo pides y crees que puede hacerlo, no puedes ir por la vida con el corazón destrozado y decir que no eres capaz de volver a comenzar, no solucionarás nada pensando que no puedes, que no hay más que hacer o que todo está perdido, porque cuando crees que no se puede hacer nada, estás dudando de la capacidad de Dios para restaurar.

Puede ser que tu corazón esté herido, y llevas guardando durante mucho tiempo, dolor a causa de lo que alguien te hizo, pero dentro de ti sabes que no puedes continuar así, que es necesario decidirse a cambiar ese corazón dañado por uno nuevo, y eso es posible si tú deseas que así sea.

Decídete a cambiar un corazón destrozado por uno nuevo en Dios, existiendo la restauración completa. No necesitas hacer nada más que estar dispuesto y creer. Él te diseñó, Él te creó, te conoce y puede hacer cualquier cosa por ti, como no verte más en esa situación.

Permite que Dios sane tus heridas. Por muy difícil que parezca para ti, no hay nada que Él no pueda hacer; no precisas tratar de esconder tus sentimientos a Él, porque para Él todo está completamente a la vista; no necesitas aparentar, porque Dios te conoce perfectamente. Y ¿sabes qué es lo mejor? Que quiere hacer algo al respecto.

Dios puede quitar de tu vida la tristeza, el desamor, la decepción, el dolor de todo lo que ha pasado, solamente con que se lo pidas, porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido.

Mateo 7:7,8 (Traducción en Lenguaje Actual)