lunes, 5 de mayo de 2014

Sé Fuerte y Valiente

6 Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
7  Solamente sé fuerte y muy valiente, cuídate de cumplir toda la Ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito donde quiera que vayas.
8  Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.
9  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo donde quiera que vayas.
Josué 1:6-9
Esta palabra precisa del Señor, nos llega para recordarnos que necesitamos ser fuertes y muy valientes. La empresa que le correspondió a Josué no fue pequeña ni débil, era una empresa muy grande, llevar al pueblo de Israel e introducirlo en la tierra prometida; pero la empresa que hoy tenemos que llevar a cabo, tampoco es pequeña, y por ello necesitamos también la palabra orientadora de Dios, para hacer todo en la perspectiva correcta, la diseñada por Dios.
En cuatro diferentes oportunidades, Dios le dijo a Josué, que no perdiera el ánimo, que fuera fuerte y valiente, y si Josué mantenía su coraje y era fuerte y valiente, ningún hombre sería capaz de estar de pie delante de él todos los días de su vida. Igualmente, nadie te podrá hacer frente…  ¡Oh, qué gran promesa!
Leemos la historia de la vida de Josué y, en el atardecer de su existencia, todavía le vemos como un hombre exitoso y triunfante. Dios cumplió su palabra.
Dios nunca usa a hombres y mujeres que, siempre están hablando del lado oscuro de la vida, ni aquellos que siempre están hablando de obstáculos y problemas, porque ellos matan todo lo que tocan, no hay vida en ellos. Dios no puede usar este tipo de personas, pero Dios usa a aquellos, que como Josué, en medio de los problemas, en medio de los obstáculos, son fuertes y valientes y mantienen su coraje, porque toda su vida está basada en la palabra de Dios; Palabra que vive en ellos.
Gracias Señor, porque en este día siento tu presencia y sé que estas conmigo, y hoy quiero disfrutar de tu amor y de tu misericordia. Me has regalado este día, y quiero gozarme y alegrarme en ti; cualquiera que sea la lucha o el problema que tenga que afrontar, sé que estarás conmigo y me infundirás aliento.
Que hoy la palabra de Dios permanezca en tu mente y en tu corazón.

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