jueves, 22 de mayo de 2014

¿Qué es un rosario? ¿Puedo utilizar un rosario mientras oro? ¿Es bíblico?

El rosario es usado en la práctica de la meditación y la oración. Las oraciones se repiten un número de veces, que corresponden con el número de granos. Tradicionalmente, el rosario se ha asociado con el Catolicismo, pero su uso es una práctica generalizada para muchas tradiciones religiosas, que lo incorporan a su práctica.

El rosario básico se compone de 59 granos unidos entre sí, en una forma parecida a un collar. Cada uno de los granos individuales del rosario, debe ser sostenido mientras se hace una oración. De estos granos, 53 son para repetir la "Avemaría", y los otros seis están destinados para los "Padres Nuestros". Estos granos proporcionan un método físico de mantener la cuenta de las oraciones, mientras los dedos se mueven a lo largo de los granos al recitar las mismas.


La historia del rosario en círculos cristianos, se remonta a las cruzadas. Los historiadores creen que los cruzados habían adoptado esta práctica de los árabes, que, así mismo, copiaron la observancia de la utilización de granos de la India. Hallazgos arqueológicos recientes revelan que, los antiguos Efesios hicieron uso de tales granos en su culto a Diana, también conocida como Artemisa, cuyo templo fue una de las siete maravillas del mundo (Hechos 19:24-41).

El rosario también es utilizado por los católicos romanos, para ayudar al practicante a seguir la pista de unas 180 oraciones que componen su rezar. Ejemplos de tales oraciones son el Padre Nuestro, el Avemaría y la Gloria. La práctica del rosario se basa en la suposición de que, repitiendo una y otra vez estas oraciones, permite al peticionario asegurar mérito o favor de Dios, para escapar del castigo de los fuegos del purgatorio.


Pero el uso del rosario no es bíblico. Jesús reprendió a los líderes religiosos de su tiempo por repetir una y otra vez sus oraciones. De hecho, Él dijo a sus discípulos que no los imitaran mediante el uso de "vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.” (Mateo 6:7). Las oraciones no deben ser recitadas simplemente o de forma monótona, repetidas como si fueran fórmulas automáticas. Muchos de los que usan el rosario hoy, alegan que el rosario les ayuda a quitar el enfoque de sí mismos y ponerlo en Cristo, pero la pregunta es realmente, sobre la eficacia de repetir las mismas frases una y otra vez.

La oración es un privilegio increíble para los cristianos, al ser invitados por el Creador del universo a entrar "confiadamente" a Su presencia (Hebreos 4:16) y comunicarse con Él. La oración es el medio por el cual le alabamos, le adoramos, le damos las gracias, nos sometemos a Él y traemos ante Él peticiones de intercesión por los demás y nosotros mismos. Es difícil ver cómo esa íntima comunión con Él es realizada repitiendo oraciones simples, una y otra vez, a través del rosario.



No hay comentarios:

Publicar un comentario