Como el deseo de subir un escalón, de alcanzar un peldaño más... Es no conformarse ni limitarse. Es salir de la zona de conformidad y arriesgarse, es adquirir nuevas cosas.
Los que aspiran, sueñan, y se imponen metas para lograr convertir lo que sueñan en realidad. Ponen el corazón en cada cosa que hacen y le añaden dedicación y pasión. Mezclan el entusiasmo con la energía. Son hacedores del optimismo, y si encuentran una piedra en el camino, la remueven o pasan por el lado.
Algo muy importante para los que tienen aspiraciones, es reconocer y saber que la fuente de cualquier logro viene de Dios. Que sólo de Él provienen las fuerzas para enfrentarnos a cada desafío con valor y entereza. Es grandioso que cada día aspiremos a ser mejores.
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