martes, 15 de abril de 2014

Las Aspiraciones Provienen de Dios

Las aspiraciones son las cosas que ambicionamos. 
Como el deseo de subir un escalón, de alcanzar un peldaño más... Es no conformarse ni limitarse. Es salir de la zona de conformidad y arriesgarse, es adquirir nuevas cosas.

Los que aspiran, sueñan, y se imponen metas para lograr convertir lo que sueñan en realidad. Ponen el corazón en cada cosa que hacen y le añaden dedicación y pasión. Mezclan el entusiasmo con la energía. Son hacedores del optimismo, y si encuentran una piedra en el camino, la remueven o pasan por el lado.

Algo muy importante para los que tienen aspiraciones, es reconocer y saber que la fuente de cualquier logro viene de Dios. Que sólo de Él provienen las fuerzas para enfrentarnos a cada desafío con valor y entereza. Es grandioso que cada día aspiremos a ser mejores.

Dios. muchas veces, tras esos sueños y deseos, esconde propósitos hermosos y maravillosos. Él es quien pone tanto "el querer como el hacer". Así que, la próxima vez que pase una gran idea por tu mente o quieras dar inicio a un nuevo proyecto, piensa y no lo dejes pasar por alto, porque puede ser Dios mismo quien te esté inspirando.


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