¡Jamás me rendiré!, es un grito de fe que pregona que confío y creo que, si Tú me permitiste vivir, tengo que hacerlo de la mejor forma posible. Significa que no estoy en este mundo por coincidencia o accidente. Estoy porque tengo un propósito y voy a hacer todo lo posible por lograrlo. Sé que vendrán días difíciles, momentos en que cansada, no querré continuar. Pero sé que me darás las fuerzas necesarias, para no dejarme llevar por el sentimiento del momento y continuar hasta terminar. Soy consciente de que habrá lágrimas en el camino, pero también encontraré motivos y razones para sonreír.
Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra.
domingo, 13 de abril de 2014
Jamás me Rendiré
¡Jamás me rendiré! No porque yo sola pueda, sino porque sé que Tú estarás conmigo dirigiendo todo el trayecto. No es que me crea autosuficiente, tampoco es que siempre me encuentre positiva u optimista sobre lo que me espera. Es que contigo a mi lado todo es tan diferente... Tú haces que el panorama parezca más esperanzador. Tú crees en mí y eso hace que yo quiera ser mejor, que me aferre a luchar por alcanzar mis anhelos.
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