Diariamente, Dios nos da la oportunidad de ir tras nuestros sueños. Tenemos la decisión en nuestras manos, y ésta hará la diferencia.
Muchas personas no saben qué es lo que quieren de la vida. Personas que no saben dónde están ni para dónde van. Para ellos cualquier camino que tomen les da igual, aunque después no les guste lo que encuentren.
Pero el secreto de la vida está en tomar buenas y sabias decisiones; a esto se le llama sabiduría o arte de saber vivir. La decisión que tomes hoy determinará tu mañana.
¿Cómo quieres que sea tu mañana o tu futuro? Depende de la decisión que tomes hoy.
Está comprobado que la clave del éxito es tomar decisiones claras y definitivas, y la clave del fracaso es no tomar ninguna decisión. Cuando no tomamos decisiones, lo que estamos diciendo es que tenemos miedo a fracasar. Esperamos que otros tomen la decisión y así excusarnos de que son ellos los culpables de la misma. Es la historia de siempre; ¿recuerdas a Adán y Eva cuando estaban en el Edén y decidieron comer la fruta prohibida?, luego él le culpa a ella y ella a la serpiente. Total, que así vamos por la vida, echando la culpa a nuestros padres, cónyuges, maestros, amigos y otros.
Toda nuestra vida se basa en decisiones. Desde que te levantas hasta que te acuestas estás decidiendo, y los resultados que tengas es por las decisiones que estás tomando. Dios nos dio la libertad de elegir entre la vida o la muerte, la bendición o la maldición, el éxito o el fracaso, el camino estrecho o el ancho, y nadie más puede determinar tu éxito o tu fracaso, tu felicidad o tu infelicidad. Tú eres el responsable de tu destino.
Ahora bien, si yo no tomo decisiones, otros van a tomarlas por mí, aunque eso no me va a quitar la responsabilidad que tengo de mi destino. La decisión puede traer penas, dolor, angustia, ansiedad, preocupación, estrés, en muy raras ocasiones puede traer algo positivo que no se espere.
Además, cuando tomo decisiones tengo muchas probabilidades de convertirme en un ganador. Alguien que toma decisiones no espera a ver lo que la vida le vaya a dar, se asegura de vivir la vida que quiere, no sólo ve el presente sino el futuro, y se anticipa a sus consecuencias. No busca soluciones a corto plazo, tiene perspectivas a largo.
“El que es sabio e inteligente presta atención y aprende más." Proverbios 18:15 (TLA)
Una persona sabia e inteligente, en primer lugar presta atención, y después siempre está dispuesta a aprender. Pero una persona que no es sabia no presta atención y tampoco es diligente para aprender.
Para tomar buenas decisiones debes enfocarte en lo que quieres, poner atención, visualizar los posibles escenarios con sus respectivas consecuencias, y sumarte con pasión al plan escogido. Es probable que aún las cosas no funcionen como planificaste y es entonces, cuando debes estar dispuesto a volver a aprender para no repetir el mismo error. Adán no estuvo dispuesto a aprender de sus decisiones, se escondió y prefirió culpar a Eva, y por esa razón fue echado del paraíso.
Pregúntate tú también ¿Qué quiero lograr en la vida? ¿Cuál es mi sueño?
Hoy es el mejor día para ir tras tus sueños, no te quedes esperando y ponte en acción. El Rey Salomón decía “Todo esfuerzo vale la pena, pero quien habla y no actúa acaba en la pobreza.” Proverbios 14:23
¿Cómo quieres terminar en la vida? Decide hoy culminar bien porque Dios te ha hecho ganador, pero tú decides si lo crees o no.
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