domingo, 16 de marzo de 2014

Desconectados

Las maldades cometidas por ustedes han levantado una barrera entre ustedes y Dios (Isaías 59:2).
Estas hojas se ven diferentes. Esta está verde, y esta otra está seca y marrón. Al cortarla del árbol, la hoja verde comienza a morir. En pocas horas comienza a ponerse marrón porque ya no está conectada al árbol.
Cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, perdieron su conexión con Él, y las cosas comenzaron a cambiar. Ahora Adán y Eva tenían que trabajar duramente para producir los alimentos necesarios para comer. Tenían que arrancar las malas hierbas que empezaban a crecer alrededor de las plantas buenas.
Sus amigos, los animales, ahora sentían temor de ellos. Dejaron de buscar a Adán y a Eva para que les abrazaran y acariciaran. Algunos de los animales se volvieron agresivos y empezaron a comerse a otros animales. Todo era muy triste.
Pero lo más triste fue que Adán y Eva ya no podían estar con Dios. Antes de que pecaran, Dios venía a verles y a caminar con ellos. Antes de que Adán y Eva desobedecieran, podían conversar con Dios, siempre estaban conectados con Él, pero el pecado les separó de Él.

Querido Dios, quiero estar conectado contigo siempre. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario