martes, 11 de marzo de 2014

Déjalo a mi Cargo - Reflexiones

Reflexiones - angustia - descansar en DIosUna mujer de nombre María, experimentó en cierta ocasión una gran carga. Se sentía tan apesadumbrada que no podía comer ni dormir, arriesgaba su salud física y emocional, y consecuentemente, estaba a punto de sufrir una crisis nerviosa. Sin embargo, llegó a reconocer que nada podía hacer para cambiar sus circunstancias. 
El caso es que leyó en una revista la historia de otra mujer, llamada Connie, quien también había experimentado grandes dificultades en su vida. En el relato, una amiga le preguntó a Connie, cómo pudo soportar la carga de dichos problemas. Connie respondió: “Llevo mis contrariedades al Señor”.
Su amiga le respondió: “Por supuesto, es lo que debemos hacer”.
Y Connie continuó diciendo: “Pero no sólo debemos llevarlas ante Él. Debemos dejar nuestros problemas con el Señor”. Es más, no sólo debemos dejarlos con el Señor; no debemos quedarnos con ninguno.
Se cuenta otra historia sobre un anciano que juró que nunca viajaría en avión. Sin embargo, cierto día se presentó una emergencia y le fue necesario llegar con urgencia a una ciudad lejana. La vía más rápida de lograrlo era por aire, por supuesto, así que compró el billete y ese fue el inicio de su primer viaje en avión.
Conociendo su renuencia a viajar, cuando sus parientes le recibieron en el aeropuerto le preguntaron cómo había sido el vuelo, a lo que el anciano respondió: “Supongo que bien, pero les diré una cosa, en ningún momento deposité todo mi peso sobre el asiento”.
¡El Señor desea que eches todas tus cargas sobre Él y que allí las dejes! Él anhela que también le entregues el peso completo de tus problemas. Entonces podrás continuar tu vida, con la plena confianza de que Él cuidará de aquellas cosas que le has encargado.
Salmos 55:22
Echa sobre el Señor tu carga y Él te sustentará.

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