Mas hay muchos factores que pueden hacer que la Biblia sea difícil de entender:
-Primero, hay una diferencia en el tiempo y la cultura. La Biblia fue escrita entre 1,400 y 100 años antes de nuestra era (Antiguo Testamento). Las culturas en las que la Biblia fue escrita eran muy diferentes a la mayoría de las culturas existentes en la actualidad. Las acciones de pastores nómadas del año 1500 a.C. en el Medio Oriente, a menudo no tienen mucho sentido para los programadores de odenadores del siglo XXI. Es verdaderamente importante, crucial incluso, que cuando tratemos de entender la Biblia, reconozcamos la cultura en la que fue escrita.
-Segundo, la Biblia contiene diferentes tipos de literatura, o sea, hay historia, leyes, poesía, canciones, literatura de sabiduría, profecía, cartas personales, y literatura apocalíptica. La literatura histórica debe ser interpretada de forma diferente a la literatura de sabiduría. La poesía no puede ser entendida de la misma forma que los escritos apocalípticos. Una carta personal, que para nosotros tiene un cierto significado en la actualidad, puede tener una aplicación totalmente diferente a la que tuvo para sus receptores originales. Reconocer que la Biblia contiene diferentes géneros es vital para evitar confusión y malos entendidos.
-Tercero, todos somos pecadores; todos cometemos errores (Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23; 1 Juan 1:8). Por más que nos esforzamos en no interpretar en la lectura de la Biblia nuestras ideas preconcebidas de antemano, es inevitable que todos lo hagamos ocasionalmente. Lamentablemente, en algún momento todos malinterpretamos algún pasaje, debido a una suposición de lo que puede o no puede significar. Cuando estudiemos la Biblia, debemos pedirle a Dios que quite nuestras ideas y nos ayude a interpretar Su Palabra, independientemente de nuestras suposiciones. Y a menudo esto es difícil, porque para admitir que estamos predispuestos, necesitamos tener la humildad y disposición adecuadas para admitir nuestros errores.
Pero de ninguna manera son únicamente estos tres pasos los que se necesitan para entender apropiadamente la Biblia. Se han escrito libros enteros sobre hermenéutica bíblica, la ciencia de la interpretación bíblica, y aunque no son los únicos pasos a tener en cuenta, sí que son un excelente comienzo para entender la Biblia; debemos reconocer las diferencias culturales entre nosotros y la gente de los tiempos bíblicos; y debemos tomar en consideración los diferentes géneros usados de literatura. Además, tenemos que esforzarnos por permitir que la Biblia hable por sí misma, y no permitir que nuestras suposiciones contaminen nuestra interpretación.
Entender la Biblia puede ser a veces una tarea difícil, pero con la ayuda de Dios es posible. Recuerda, si eres un creyente en Jesucristo, el Espíritu de Dios habita dentro de ti (Romanos 8:9). El mismo Dios que “inspiró” la Escritura (2 Timoteo 3:16-17), es el mismo Dios que abrirá tu mente a la verdad y el entendimiento de Su Palabra, si te apoyas en Él. Esto no significa que Dios siempre lo hará fácil. Dios desea que investiguemos Su Palabra y exploremos a fondo sus tesoros.
Entender la Biblia puede que no sea sencillo, pero es esencialmente provechoso.
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