viernes, 28 de febrero de 2014

Miedo a la Muerte - Crecimiento personal-espiritual

“Únicamente de esa manera el Hijo podía liberar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.”
Hebreos 2.15
Los efectos del miedo en la vida y en la mente de una persona, son increíbles. El miedo sirve en ocasiones para un propósito útil y destructivo en otras.
Cuando somos pequeños y nuestros cerebros se están desarrollando, guardamos todo tipo de información. Hablemos de la información implícita en la parte conocida del sistema nervioso como "cerebro de supervivencia".
Alguna de esta información nos ayuda a reconocer situaciones posiblemente dolorosas o dañinas, sin necesidad de tener que tomar decisiones conscientes. Por ejemplo, cuando fuiste niño y te quemaste con el fuego, tu cerebro guarda el incidente de forma tal, que en el futuro un miedo sano te alejará automáticamente de cualquier fuego. 
El problema es que algunos miedos no saludables también pueden desarrollarse en nosotros.
El término clínico para estos miedos no saludables es “fobia.” Alguien con una fobia tiene fuertes reacciones inconscientes a lo que sea que le tema. Todo esto se lleva a cabo en el sistema límbico (sistema nervioso).
El versículo mencionado habla maravillosamente sobre esto. Dice que Jesús nos liberó del miedo a la muerte.
La palabra Griega original traducida como miedo es “phobos,” la cual tiene la misma raíz que la palabra “fobia.” La palabra Griega traducida como muerte es “thanatos.” Al poner esas dos palabras juntas nos da "Tanatofobia", es decir, miedo extremo o irracional a la muerte. 
Jesús, en parte lo hizo (su muerte), para que no tuviésemos que vivir en ese miedo y ser afectados por las reacciones inconscientes relacionadas con él. A Dios no sólo le interesa tu salvación. A Él no sólo le importa lo que haces, también quiere que seas libre de las cosas que te pueden atrapar y controlar interiormente.
El dolor provoca miedo, y el miedo causa actos graves y a veces irracionales. Todos experimentamos dolor, y en consecuencia todos tenemos miedo. Por lo tanto, a veces todos actuamos inconscientemente, de ciertas maneras que no entendemos. De hecho, la mayoría del tiempo, cuando reaccionamos exageradamente o no reaccionamos lo suficiente a alguna situación, es porque nuestro sistema límbico entra en acción, y nosotros estamos reaccionando al miedo al dolor.
¿A qué le temes?, ¿miedo a la muerte, miedo a estar solo(a), miedo a fracasar, miedo a ser abandonado, miedo al rechazo? ¿Cuándo reaccionas de manera incongruente a la situación en la que estás? ¿Qué te hace “explotar”? Es muy probable que haya en ti algunas cosas irracionales que necesitan ser tratadas y sanadas.
Pablo lo dijo perfectamente cuando dijo que necesitamos ser “transformados mediante la renovación de nuestra mente.”
Permitamos que Dios nos libere de nuestros miedos. Si no tratamos estos miedos seremos controlados por ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario