"Cuando llegamos a este mundo, parece como si desde el primer día nos estuvieran preparando, ya en la escuela
primaria nos enseñan el ciclo de la
vida. Experimentamos el hecho de que la mariposa que recogimos vuela
y sigue su camino. Vivimos el triste momento de perder a nuestro amado
perrito o a nuestra mascota preferida.
Nuestros amigos cambian, la gente nos traiciona, y las lecciones
se aprenden. Aprendemos a pedir perdón, aprendemos a disfrutar los
momentos que Dios nos regala. Intentamos aprender a VIVIR, y morimos intentando
encontrar la respuesta a esa pregunta, para luego darnos cuenta que no hay
ninguna; que la vida la haces tú, y que cada día escribes una nueva
historia. Y en todo este aprendizaje, en todas las vueltas de la vida, las
idas y venidas, las caídas y las subidas, muchos aprenden a
simplemente...dejar pasar el tiempo.
Hoy me pregunto, ¿cuán privilegiada es la persona
que aprendió a dejar pasarlo, que aprendió a olvidar,
que aprendió a seguir adelante sin más?
Pero si olvido el amor que me dieron, las enseñanzas que me
dejaron, los llantos que me acompañaron, y las profundas tristezas que ya
no debían ser sólo mías sino compartidas, entonces
estoy olvidándome de mí, estoy olvidando una parte de mi ser. ENTONCES NO
QUIERO OLVIDAR.
Pero sí puedo dejar atrás los momentos en los que me
equivoqué, y puedo, con mi vista al cielo, tener una visión futura en la que te encuentres Tú. Puedo gozarme de alguna nueva enseñanza, del
Evangelio, de una nueva mirada que nace como aquella mariposa. Entonces mi
despedida de este mundo sólo será para poder mirar para adelante, y darle la
oportunidad a Dios de que escriba nuevamente en esta hoja en blanco que se
encuentra en mi camino.
Sólo entonces, despediré cualquier situación,
cualquier momento, cualquier persona, cualquier dolor.
Y seguiré confiado en que Dios tiene en sus manos el mundo,
como también a mí.
Sin mirar atrás".
Esto que escribo desde mi corazón deseo que llegue directo al tuyo.
Hay días en los que nos sentimos más inspirados y
podemos expresar mejor lo que pasa en nuestro interior. No quiero dejar pasar
la oportunidad de que podamos compartir juntos este momento.
Aquel día 3 de Febrero de justo hace dos años, un hombre estaba
sentado ante el ordenador y…, antes de nada debemos considerar, porque
precisamente fue lo que le pasó a este hombre, convertido al cristianismo, y
adquirido el “compromiso como tal” al bautizarse con agua y en Espíritu Santo
tan solo cinco días antes, que las cosas
no suceden inexplicablemente o porque sí, sino por la voluntad de Dios,
agradable y perfecta.
El caso es, como os decía, que ese hombre, sin saber nada de cómo
crear una página web o un blog, sin tener ni idea, fue dirigido por el Señor a
hacerlo. Dios así lo quería. Navegando por internet, se introdujo en el
buscador de páginas web y poco a poco, sin haberlo pretendido con anterioridad,
sin ningún tipo de conocimiento, creó este blog. La voluntad de Dios fue que lo
hiciera, y así fue.
¿Con qué objetivo? Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la
gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro
carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena
obra. Y para esto es preciso dar a conocer Su Palabra. Da igual
que se llame Fulanito o Menganito, da igual que la publicación sea propia o
ajena; el caso es que la Palabra de Dios se dé a conocer a todos los rincones
del mundo, para que todos crean en el Salvador y Señor, para que le acepten, confíen
en Él, en definitiva para que tengan la oportunidad de salvación eterna que
Dios quiere para todos nosotros.
Cuando nacemos, lo hacemos con algún talento conferido por Dios.
Todos tenemos alguno y es nuestra decisión y oportunidad saber aprovecharlo.
Según crecemos, y a voluntad divina, Dios nos concede algún don a través del
Espíritu Santo. Es Éste quien nos lo da, y cuando esto sucede es por su
Voluntad y para que usemos este don. Eso fue lo que le sucedió a este hombre, como
sucede en cualquier página web cristiana.
Hoy puede decir con satisfacción, pero fundamentalmente para la
gloria de Dios, que gracias a Él y a todos vosotros con vuestras visitas, hemos
superado con amplitud la cifra de 60.000, objetivo que él nunca tuvo en mente, ni siquiera
imaginó.
Mas de ninguna cosa hago caso,
ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con
gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del
Evangelio de la gracia de Dios.
(Hechos 20:24 RV2000)
Con actitud de humildad y sincero
agradecimiento a Dios y a vosotros, para la gloria de Dios, de parte de
M.Gayo
No hay comentarios:
Publicar un comentario