Hay gente en el mundo que pasa su vida en sí mismos, aislados del mundo exterior para poder buscar su paz interior, y algunos viven así pero nunca la encuentran porque buscan en lugar equivocado.
Pero hay una clave simple y poderosa para que en el día de hoy, si tú eres uno de ellos, puedas conseguir tu paz.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
¿Cómo harás para recibir esa paz? Recibiendo lo que Cristo tiene para ti. Primero, entendiendo que Él es el único que puede sacarte de ese lugar y traerte a un lugar de paz. No luches más, comienza a recibirlo. Él hizo el sacrificio más grande que alguien pudo hacer, y fue todo por ti. Si hubieras sido la única persona en el mundo, Él igual lo hubiera hecho.
Y aquí nos da la respuesta de cómo podemos hacer para recibir esa paz.
Mateo 11:28-30
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Si tu carga es grande, si estás cansado de luchar, si tu estrés está “tomando protagonismo” en tu vida, más que tú mismo, es momento de que deposites tu confianza en alguien más grande que tú.
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