“Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
1 Corintios 4:1 y 2
1 Corintios 4:1 y 2
Dios es el creador de todas las cosas y le dejó el manual del funcionamiento de las cosas de su vida. Usted sólo tiene que tomarlo y ponerlo en práctica. No se quede de brazos cruzados toda la vida esperando que Dios haga un milagro y ordene las cosas, porque usted tiene que ordenar las cosas que Dios le enseña que debe ordenar, corregir aquellas cosas que debe corregir. De esta manera se volverá un sabio administrador de todo lo que Dios trae a su vida y pone en sus manos. Nunca más sus manos volverán a estar vacías.
Administrar es la habilidad de ordenar y disponer alguna cosa para que después Dios le dé mucho más, lo cual se hace normal para todo lo que se vive y practica. Usted, cada vez más, se tiene que volver confiable para Dios; entonces, va en aumento la revelación de lo que Dios ha depositado en su vida en el orden espiritual y en todas las áreas de su vida. Solamente Dios es el que sabe y le enseña cómo funciona todo. En la Palabra lo recibe y lo tiene que administrar.
Fíjese que en el versículo antes citado, se dice que Dios requiere algo de usted. Cuando se es un administrador responsable, es cuando se tiene garantizada la bendición de Dios fluyendo para el próximo tiempo, para su mañana, para su futuro, para que alcance el destino para el cual nació aquí en esta tierra.
En todo buen siervo fiel todo se multiplica; hay gente capaz, inteligente, pero la realidad es que a quien Dios señala como "bueno y fiel", es al que multiplica lo que Él le ha dado, pero al que no lo es le llama malo y negligente.
A veces los conceptos que nosotros tenemos de las cosas no son iguales a los de Dios, pero si aplicamos los principios de la Palabra veremos las cosas como Dios las ve. Si es fiel con lo que Él le ha dado, va alcanzar la dimensión de gobernar sobre mucho. Igual que Adán, va a tener poder, dominio y gobierno, todo con alegría porque va a reinar en esta tierra.
Y además de aplicar la Palabra, debe tener una administración responsable de todo lo que tiene. No se descuide ni deje que su vida sea un descuido. Que Dios le dé espíritu de sabiduría, de revelación; que alumbre los ojos de su entendimiento, para que empiece a ver que el río de la bendición comienza a correr.
Como dijo el Señor en la parábola, va a estar sobre mucho, va a gobernar sobre algo importante. De administrar algo con fidelidad, Dios le va a llevar a otro nivel. Se va a dar cuenta de que algo se rompió para que entre a otro nivel, donde la manifestación de Dios va a fluir sobre usted.
Recuerde: Dios le ha entregado en sus manos recursos para que los administre con sabiduría. Él requiere eso de usted, que sea un buen administrador, que sea hallado fiel. Usted está capacitado para todo lo que Dios le encomienda. No lo dude y no deje pasar las oportunidades de multiplicar todo aquello que ha venido a su vida, porque todo es de bendición.
Padre, gracias por todo lo que me has confiado. Hoy quiero agradarte con mi fe y demostrarte que soy un administrador fiel. Todo lo que venga a mis manos será multiplicado. Recibo la sabiduría de lo alto. En el nombre de Jesús, amén.
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