Aunque la historia del criminal en la cruz demuestra que las conversiones en el último momento son posibles, la Biblia nos advierte que nos debemos arrepentir ahora, sin esperar otro momento. Juan el Bautista advirtió, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 3:2). Jesús dio un mensaje idéntico concerniente a la necesidad del arrepentimiento inmediato (Mateo 4:17).
Porque la Biblia nos advierte respecto a la brevedad de la vida. “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” (Santiago 4:14). No se nos instruye a considerar convertirnos algún día, ¡sino a creer hoy! “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.” (Hebreos 4:7). Ninguno de nosotros sabe cuánto tiempo nos queda en esta vida o cuáles serán las circunstancias de nuestra muerte. Podemos morir repentinamente, de forma tan inesperada que impediría una conversión en el lecho de muerte. La única opción razonable es arrepentirnos y creer en Jesucristo hoy. “En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.” (2 Corintios 6:2).
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