martes, 28 de enero de 2014

Hoy No, Mañana Sí… - Crecimiento personal-espiritual

 “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” 
¿Te consideras una persona que siempre pospones las cosas para el día siguiente?  ¿Has dilatado tus sueños en el tiempo y no sabes qué hacer?
Seguir posponiendo tus sueños, o seguir posponiendo algún asunto en el hogar o en el trabajo, a la larga se paga y puede traer mucho dolor. La dilación o aplazamiento es uno de los problemas más habituales de las personas que buscan siempre trabajar a plazos. Se estima, de acuerdo a una investigación realizada por el Dr. Piers Steel de la Universidad de Calgary, que el 95% de las personas postergan ocasionalmente, pero que hay de un 15 a un 20% que lo hacen de manera permanente y sin ver el problema.
Es muy común encontrarse con personas que dicen:
“Hoy no lo termino, mañana lo hago”
“La próxima semana empiezo”
“El próximo año, sí me comprometo a ello
O cosas parecidas. Esto es lo que frecuentemente escucho o leo en algunos correos que me llegan. Muchas personas van fácilmente a la auto-derrota al postergar sus sueños, creyendo que habrá un mañana en el que las cosas cambien, cuando el viento se ponga a su favor. Depositan la esperanza en el mañana, que les dice: “mañana sí tendrás tiempo”
El sabio Salomón escribió: “Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha.”
La postergación es un hábito que cuesta daños a nuestro organismo, ocasiona estrés y causa enfermedades como la gripe o trastornos digestivos, según investigaciones realizadas. Como ejemplo, muchas veces postergamos la visita al médico o al odontólogo. Tú puedes sacar la cuenta de cuánto te ha costado dejar de ir a un especialista en salud, comprobar por ti mismo el coste de la dilación o postergación.
Hay muchas causas por las cuales las personas postergan: 
Una razón es porque esperan muy poco de la vida, porque han perdido sus sueños. Sus expectativas son muy bajas y buscan evitar el rechazo. Tienen miedo por la pérdida de confianza en sí mismos, y como consecuencia, su desempeño es mediocre. ¿Esperas muy poco de la vida? ¿Cuáles son tus expectativas de vida? ¿Cuántos años deseas vivir?
Otras personas dilatan porque no le dan importancia a la relación que tienen o a la tarea que realizan. Estas personas viven aplazando las cosas cruciales de la familia o del trabajo y como consecuencia vienen la infidelidad, el divorcio, el despido, la quiebra económica, entre otras. ¿Me importa mi familia? ¿Me importa mi trabajo o negocio? ¿Qué puedo hacer para cambiar mi situación y llevarla a un nuevo nivel?
Y otros postergan porque se distraen con asuntos triviales que les apartan de sus actividades, y viven esperando que el elemento que les distrae se vaya para poder continuar. ¿Cuáles son las tentaciones que me distraen y no me dejan ser productivo? ¿Cuál es mi responsabilidad? ¿Cuál es mi compromiso para no distraerme y cumplir con mis deberes?
No necesariamente quien posterga es perezoso, pero Salomón escribió: “El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.”
Si hasta ahora no has conseguido tus sueños, no has logrado tus metas, no estás obteniendo lo que deseas en la vida, es porque has postergado. Hoy es un buen día para vencer a la dilación y comprometerte a ver cumplidos tus deseos. Es tiempo de ponerte en acción.

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