viernes, 3 de enero de 2014

Fe en momentos de prueba - Ánimo en mensaje

fe en los momentos de prueba
Todos aseguramos tener fe, pero ¿qué pasa cuando vienen momentos de prueba? Normalmente todos decimos tener fe, nos sentimos seguros de ello cuando nos lo preguntan y estamos en un momento de nuestra vida en el que no necesitamos probarla, la situación actual es tranquila y nos sentimos seguros, pero ¿qué sucede cuando viene ese problema tan grande y sentimos una gran desesperación y temor? ¿a dónde va nuestra fe?, ¿dónde queda nuestra seguridad?

Puede que te pasara que estabas seguro de confiar en Dios y te sentías con ánimos de invitar a otro a creer con todo el corazón, pero llega un momento de prueba en tu vida que te hace tambalear, dudar, perder el control que creías tener; quizás ese momento es hoy, hace algunos días aún asegurabas sentirte confiado, pero llegó esta situación inesperada a tu vida y hoy sólo buscas desesperadamente la salida; esa fe que sentías y creías tener ahí está, pero en estos momentos está siendo probada.

Los momentos de prueba nos llegan a todos, pero debes saber que, aunque te consideres o seas bueno, los momentos de prueba llegarán. Erróneamente hay personas que creen que la “gente buena” o los que “buscan mucho a Dios” no tienen problemas, cuando la realidad es que tal vez hasta tengan más y mayores situaciones complicadas que los demás, pero con la gran diferencia de que estas “personas sin problemas” han llegado a un nivel más alto de fe, han sido desafiados tantas veces que la medida ha crecido. Igual que pasa cuando haces ejercicio, que tú quieres desarrollar un músculo, hacerlo fuerte, y entonces te sometes a rutinas que al principio duelen y requieren de un esfuerzo, pero con el tiempo el músculo se desarrolla y fortalece.

Así mismo pasa con la fe; con los momentos de dificultad e incertidumbre la fe está siendo probada, sometida a un esfuerzo extra que a veces duele y otras veces desespera. Como si estuviéramos siendo pasados por el fuego, hay momentos en los que el dolor no nos deja comprender; es muy fácil hablar y ver las cosas desde fuera del problema, pero no es lo mismo estar en medio de la dificultad, no se piensa de igual manera.
Hoy, a pesar de tu situación, puedes estar seguro que la fe no se prueba en vano, que las cosas que pasan nunca son casualidades, que no es el destino en general quien te las presenta, las pruebas son diferentes para cada uno, son personales, son también para un beneficio personal. Nada de lo que estás viviendo es sólo porque sí, hay algo más detrás de todo ello, porque Dios tiene propósitos para tu vida. Si confías en Dios, aún en los momentos tristes o difíciles, Él tendrá para ti una recompensa a tu esfuerzo.

No te canses de creer, no pierdas la fe, ejercítala, demuéstrale a tus problemas que tu fe en Dios es aún mayor; al final de la batalla habrás conseguido la victoria y un nivel más alto en tu medida de fe, y lo que venga no será nada contra ese músculo tan fuerte que estás desarrollando.

“Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.”

Hebreos 11:1 (Traducción al Lenguaje Actual

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