viernes, 3 de enero de 2014

¿Tendrás espacio para Él? - Reflexiones

¿No te han dicho en más de una ocasión: Lo siento, pero no tenemos espacio para usted?
¿Y en materia de trabajo?: Lamentablemente no tengo una posición para usted en mi compañía.
¿Y en los deportes?: No tienes cabida en el equipo.
¿Y en el amor?: En mi corazón no hay espacio para ti.
¿Y en materia de fanatismo?: No nos interesa alguien como usted aquí.
Peor aún. Quizá oyeras esto mismo en la iglesia: "Nos ha fallado muchas veces; es mejor que se busque otra iglesia".
Unas de las palabras más tristes sobre la tierra son: "No hay lugar para ti".
Jesús conocía el sonido de estas palabras. Todavía estaba en el vientre de María cuando el portero del hostal dijo: "No hay lugar para ustedes".
Cuando los residentes de su pueblo trataron de apedrearle, ¿no le dijeron lo mismo? "No queremos profetas en este pueblo".
Cuando los líderes religiosos le acusaron de blasfemia, ¿no le quisieron desechar también? En este país no hay lugar para alguien que se autoproclama Mesías.
Y cuando le colgaron de la cruz, ¿no fue un mensaje unánime de rechazo? "No hay lugar para ti en este mundo".
Aún hoy día Jesús recibe el mismo tratamiento. Va de corazón en corazón pidiendo que le dejen entrar. Pero la mayoría de las veces tiene que escuchar las palabras del portero del hostal de Belén: "Esto está demasiado lleno. No hay espacio para ti".
Sin embargo, de vez en cuando es bienvenido. Alguien abre la puerta de su corazón y le invita a entrar. Y a esa persona, Jesús le hace esta gran promesa: "No se turbe tu corazón. Cree en Dios, cree también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay". Le dice: "Tengo mucho espacio para ti". 
¡Qué promesa más extraordinaria! Hacemos para Él espacio en nuestros corazones, y Él hace para nosotros espacio en su casa. Su casa tiene espacio de más.
Que en estas navidades y cada día del año 2014 tengas espacio para Él en tu corazón, porque Él siempre lo tiene para ti.
Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLARÉIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS, Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera. Mateo 11:28-30.

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