-Mamá encontré algo, ¡somos ricos! Ella le preguntó:
-¿Qué es? ¿Oro? El niño le respondió:
-¡Mejor que eso, ¡son unos caracoles! Para él eran más valiosos que cualquier otra cosa terrenal.
Muchas veces nosotros también tenemos algo valioso que consideramos más importante que cualquier otra cosa. ¿Dónde está nuestro tesoro? Tal vez en una persona, en algo material o en una meta por lograr. Mateo 6:21 dice: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Por ésta razón nos sentimos desilusionados y decepcionados, cuando creemos que ya nada en esta vida vale la pena y que el mundo está contra nosotros.
Es un buen momento para pensar: ¿dónde está mi tesoro? ¿Qué es lo que me está motivando a hacer así las cosas y a vivir así cada día?
Tal vez tenga una razón equivocada porque todas mis expectativas las puse en algo o en alguien falible.
Mientras no ponga mi corazón en las manos de Dios, no podré lograr mis metas, sacar adelante mi matrimonio, sanar y restaurar mi vida; pues mi tesoro está en la persona y lugar equivocado.
“Pero si le entregas tu corazón y hacia él extiendes las manos, si te apartas del pecado que tienes cometido y en tu morada no das cabida al mal, entonces podrás llevar la frente en alto y mantenerte firme y libre de temor“. Job 11:13-15
Te invito a que puedas poner tu corazón y guardar tu tesoro, todo en las manos de Dios, lo que hará que tu vida se fortalezca, que se llene de fe, y sobre todo no te decepcionarás, pues estarás bajo el cuidado del dueño de todo.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” Proverbios 4:23
Tu tesoro no puede estar en mejores manos que en las de tu Padre.
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