lunes, 13 de enero de 2014

Cristiano, ten verdadera pasión por lo que haces

“…YO HAGO UNA GRAN OBRA…” (Nehemías 6:3 RVR1960)
La pasión de Nehemías era reconstruir los muros de Jerusalén. Por eso cuando sus enemigos intentaron distraerle y desanimarle, respondió: “…Yo hago una gran obra, y no puedo ir…” (Nehemías 6:3 RVR1960)

pasion-bible-Dios1La pasión es el punto de partida para cualquier logro. Nunca ha habido nadie que lograse algo significativo sin tener y poner pasión en ello, puesto que esa es la energía que impulsa las ilusiones. Pero el camino al éxito está repleto de contratiempos, problemas y desilusiones, y si no estás lo suficientemente decidido, tus sueños pueden morir con aquellos. De hecho, hay días en los que el contador del depósito de tu pasión marca cero, y en esos días te es necesario recordar que lo primero que Dios te dio fue un anhelo; vuelve a Él y pídele fuerza para seguir avanzando hacia ese objetivo.

El salmista escribió: “Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército; contigo, Dios mío, podré saltar murallas” (Salmos 18:28-29 NVI). ¿Quién te da el poder de lanzarte y saltar? ¡Dios! Pero no te puedes quedar sentado, cruzarte de brazos y pensar que Él lo hará todo por ti. Entre la inspiración de tu sueño y su manifestación, vas a tener que sudar mucho. Igual que le ocurre a un padre primerizo, que piensa que es más duro tener o concebir un bebé que cuidarlo. Sin embargo, si tienes pasión por tu sueño, el precio a pagar por él no te detendrá. Te levantarás cada mañana, te apoyarás en la gracia de Dios y darás un paso más hacia aquello para lo que sabes que Dios te puso en esta tierra.

“COMO EL ÁGUILA QUE AGITA EL NIDO, EL SEÑOR LO GUIABA.” (Deuteronomio 32:11-12 NVI)
Un águila madre sabe que si espera a que sus crías salgan del nido y vuelen por iniciativa propia, eso nunca ocurrirá. Así que ¡les fuerza a salir! Es algo brusco, pero aprenden a volar y cumplir con su destino. 
John Maxwell afirma: “Para lograr el éxito debemos continuar haciendo aquello en lo que somos buenos, y alejarnos continuamente de lo que nos resulta familiar. ¿Has logrado alguna vez algo significativo quedándote en la comodidad?”. Piénsalo. La repuesta es “no”, ¿verdad? No nos gusta salir de lo familiar y conocido, nos resistimos. Preferimos sentirnos seguros y a salvo, no queremos quedar como tontos ni darnos de bruces.
Y a medida que envejecemos tenderemos de forma natural a ser cada vez más apáticos, lo cual es un problema porque la apatía mata la pasión, nos hace uno más del montón, nos corta las alas y no nos deja remontar el vuelo por mucho que queramos. Que algo nos salga bien en la vida supone que pongamos mucho empeño y asumamos riesgos. 
El dramaturgo George Bernard Shaw dijo: “Estoy harto de los sensatos. Ven siempre todos los motivos para no hacer nada”. 
La pasión nos empuja a abandonar lo conocido y cruzar el umbral de nuestra duda. Nos saca a empujones por la puerta, para que nos pongamos en marcha por el camino que Dios trazó para nosotros. Se dice que cuando se presenta la puerta de una buena oportunidad, no se debe llamar, ¡sino empujar! Así que da un paso de fe y toma la iniciativa sabiendo que Dios está contigo (Deuteronomio 31:6).

“PROSIGO A LA META, AL PREMIO..” (Filipenses 3:14)
Albert Schweitzer afirmó: “El éxito no es la clave de la felicidad, sino que la felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, triunfarás”. Cuando sientes pasión por algo y te permites perseguirlo, te predispones a tener éxito en la vida. La mayoría de la gente no persigue su pasión y, como resultado, termina frustrada e insatisfecha, algo que se refleja en su forma de vivir. 
El editor Malcom Forbes dijo: “El mayor error que cometen las personas es no intentar vivir de lo que disfrutan”. Como ejemplo, simplemente soportan su vida laboral en lugar de sacarle el máximo partido. Viven para el fin de semana, tratan de aguantar hasta jubilarse. Es una lástima, porque la posibilidad que tienen de triunfar es directamente proporcional al grado de satisfacción que obtienen de lo que hacen. 
Tommy Lasorda, entrenador del equipo de béisbol los Dodgers, de Los Ángeles, afirmó: “El mejor día de mi vida es cuando dirijo un partido y ganamos. Y el segundo mejor día de mi vida es cuando dirijo un partido y perdemos”. Dicho de otro modo: cada día que se involucraba en el partido era un día en el que vivía su sueño. ¿Lo haces tú también? Los sueños se hacen realidad cuando se desarrollan los dones con pasión. El mejor consejo para tu carrera profesional es: descubre la pasión que Dios te ha dado y síguela. 
Logan Pearsall Smith dijo: “Hay dos cosas a las que aspirar en la vida: primero, conseguir lo que quieres, y segundo, disfrutarlo. Solamente los más sabios de la humanidad logran la segunda”. Así pues, “prosigue a la meta, al premio”.

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