La Escritura es clara en cuanto a que Dios sabe quién será salvo (Romanos 8:29; 1 Pedro 1:2). Efesios 1:4 nos dice que Dios “nos escogió en Él antes de la fundación del mundo...” La Biblia describe repetidamente a los creyentes como los “escogidos” (Romanos 8:33; 11:5; Efesios 1:11; Colosenses 3:12; 1 Tesalonicenses 1:4; 1 Pedro 1:2; 2:9) y “elegidos” (Mateo 24:22, 31; Marcos 13:20, 27; Romanos 11:7; 1 Timoteo 5:21; 2 Timoteo 2:10; Tito 1:1; 1 Pedro 1:1). El hecho de que los creyentes hayan sido predestinados (Romanos 8:29-30; Efesios 1:5, 11) y elegidos (Romanos 9:11; 11:28; 2 Pedro 1:10) para salvación, está claramente establecido.
La Biblia también dice que tenemos libertad de elección – todo lo que tenemos que hacer es creer en Jesucristo y seremos salvos - (Juan 3:16; Romanos 10:9-10). Dios sabe quién puede ser salvo, Dios elige a los que pueden ser salvos, y después nosotros debemos elegir a Cristo para ser salvados. ¿Cómo trabajan juntos estos factores? Es imposible para una mente finita como la nuestra poder comprenderlo (Romanos 11:33-36). Nuestra responsabilidad es llevar el Evangelio a todo el mundo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). Debemos dejar la futurología, la elección y la predestinación a Dios y simplemente ser obedientes en compartir el Evangelio.
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