Antes de que comiences a leer este escrito, quiero que sepas que está principalmente dirigido para la gente soltera, para quienes desean encontrar algún día a aquella persona especial con quien compartir su vida. Quizá tú no seas uno de ellas, pero a lo mejor conoces a alguien a quien le podrías mostrar este mensaje.
Me gustaría devolver a nuestra memoria la historia de Adán y Eva: la primera pareja de la Biblia. Dios creó a Adán, pero observó que no era bueno que estuviera solo, sabía que necesitaba una ayuda idónea. Entre tanto, Dios le dio a Adán la tarea de ponerles nombre a los animales. ¿Sería que Dios se había olvidado de lo que necesitaba Adán? Por supuesto que no, Él tenía planeado algo muy específico. Posteriormente, hizo que Adán cayera en un sueño y mientras dormía, tomó una de sus costillas para crear a Eva. Dios despertó a Adán en el tiempo perfecto y éste cuando conoció a Eva se enamoró.
Como podemos ver en esta historia, Dios sabía lo que necesitaba Adán sin que este mismo lo supiera. En Mateo 6:8 se nos habla de que Dios sabe lo que requerimos mucho antes que nosotros se lo pidamos. Dios sabe lo que necesitas en este momento; puede que tu anhelo sea estar con alguien, pero recuerda que Dios es sabio, Él tiene el tiempo perfecto.
Sabiendo Dios lo que necesitaba Adán, le impuso la tarea de asignarles nombres a los animales. Quizás en nuestra época no tratemos con este tipo de actividades, y quizás nos desenvolvamos en un ambiente donde pareciera que no halláramos a nuestra ayuda idónea. Pero a Dios no se le escapa ninguna, Él quería darle algo especial a Adán, sin embargo tenía que esperar. Adán no gritó, ni lloró, tan sólo hizo lo que Dios le mandó. Dios desea que nos enfoquemos en su propósito y cuando estemos listos, nos dará nuestro compañero (a) idóneo. Quizás te encuentres un poco desesperado o desanimado, pero Dios desea que caigas (caigamos) en un sueño, o lo que es lo mismo, en ese descanso en su presencia y en donde Él va acomodando las cosas.
Mientras Adán dormía, Dios le quitó una de sus costillas y formó a Eva; tomó parte de la esencia de Adán para crearla. Dios sabe cuáles son tus debilidades y fortalezas, y en base a eso, Él está preparando a tu ayuda idónea. Puede que estés un poco desesperado, pero piensa que quizás estás desarrollando una gran paciencia en conseguir tu futura pareja. Dios no está paralizado, Él prepara a tu príncipe o princesa, Él nunca deja de actuar.
Dios despertó a Adán en el tiempo perfecto, cuando le trajo a Eva, y al instante Adán supo que era su ayuda idónea. No hubo dudas, no tuvo incertidumbre, en cuanto la vio se enamoró.
Dios sabe lo que necesitas, pero Él toma su tiempo para formar a nuestra pareja. En su momento, nos despertará para poder reconocer a esa persona especial. No habrá dudas y sabremos que Dios fue quien la trajo.
La soltería es un tiempo de preparación, tomemos estos momentos para crecer en nuestra relación con Dios, quien nos dará lo que necesitamos.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11 RVR1960
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