Para reflejar la Gloria de Dios en los diferentes roles que desempeñamos, necesitamos entender algunos aspectos importantes.
Cuando Dios vio todo lo que había creado, vio que era bueno en gran manera, en otras palabras, que era excelente y en ello estábamos incluidos todos los seres humanos.
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18.
Ud. puede reflejar la gloria Dios mostrando el fruto de una nueva vida Cristo, y donde quiera que vaya transmitirá un olor grato.
2 Corintios 2:14. Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.
Otro aspecto para reflejar la gloria de Dios es que tenemos una posición de honor, de libertad y de autoridad.
1 Samuel 2: 8; El levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Lucas 10:19. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
1 Samuel 2: 8; El levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Lucas 10:19. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Y, por último, para reflejar la gloria de Dios, necesitas saber cuál es tu valor.
Mateo 6:26; Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Lucas 12:7. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Mateo 6:26; Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Lucas 12:7. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
No importa que otros te rechacen, que no te valoren, para Dios eres una persona importante y de mucho valor, eso es lo que cuenta.
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